El precedente de EE UU
La Iglesia católica de Estados Unidos -que acaba de apartar por primera vez a 21 curas sospechosos de abusos en Filadelfia- no aporta datos del número de fieles que podría haber perdido debido a la oleada de denuncias por agresiones sexuales a menores desde los años ochenta. Tampoco habla de cifras de dinero. Se estima que ronda unos 3.000 millones de dólares (2.220 millones de euros), pero las organizaciones que trabajan con los afectados creen que ese número puede ser mayor, ya que muchas veces los acuerdos son privados, e incluso clandestinos: la víctima acepta no denunciar y se le paga por su silencio.
La última encuesta al respecto -de The New York Times y CBS, de mayo de 2009- asegura que un 58% de los católicos de EE UU está descontento con la gestión realizada por el Vaticano con respecto a las acusaciones de abusos por parte de sacerdotes. Pese a las polémicas, los fieles católicos aseguran no haber cambiado la asiduidad con la que van a misa, donan a la Iglesia o participan en eventos comunitarios organizados por sus parroquias.
El 86% de los encuestados asegura que tampoco se ha planteado abandonar la fe católica, pese a que un 54% considera que el Vaticano no está en contacto con las necesidades de los católicos de hoy en da, según la misma encuesta.