La democracia no es esto
Se acercan elecciones y, una vez más, los ciudadanos preocupados porque la clase política nos pone muy complicado votar en conciencia, últimamente votamos al menos malo.
Me pregunto qué les exigimos, qué preparación tienen. La mayoría no han trabajado nunca en el sector privado, sus méritos se adquieren en las reuniones de partido, no conocen la realidad, ni parece que les interese.
¿Saben idiomas, están formados, son capaces, son honestos, honrados, inteligentes, cultos, sinceros, trabajadores?
¿Conocen a sus votantes, asumen responsabilidades, aceptan la crítica, trabajarán por el bien común, olvidarán a quien les vota, olvidarán a quien no les vota? Para entrar a trabajar en cualquier empresa los requisitos son muy estrictos, las pruebas muy duras y, en muchísimas ocasiones, la competencia es muy grande.
A los políticos no se les exige nada. Es suficiente con que su partido les señale con el dedo y nosotros -no hay otra- les votemos, para que pasen a gestionar y legislar unos recursos gigantescos sin más control que el que ellos mismos se otorgan.
La democracia no es esto, la democracia es elegir al más capaz, más honesto, más transparente, más preparado y más eficaz.
Listas abiertas, ya.