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La financiación hospitalaria dependerá del cumplimiento de las listas de espera

Bengoa rechaza que los plazos se disparen y el PNV le acusa de "manipulación"

Los contratos programa con los que Sanidad financia a los hospitales dejarán de estar en función del número de intervenciones que realicen los médicos y pasarán a depender de si el centro sanitario cumple con los objetivos de listas de espera prefijados. La ampliación de esta medida en todos los hospitales públicos vascos es una de las medidas a largo plazo que Sanidad ha incluido en su plan de mejora para las listas de espera presentado ayer en el Parlamento.

La medida busca vincular a los servicios hospitalarios con un mayor control de la demora. El cambio ya se está aplicando en otras comunidades autónomas y evita el efecto perverso de la autoconcertación -los procesos que se realizan fuera de horario por las tardes-, una de las herramientas para combatir la espera sanitaria. El director de Osakidetza, Julián Pérez, admitió ayer ante la comisión que en ocasiones se realizan más revisiones de las necesarias, mientras que la portavoz socialista, Blanca Roncal, alertaba de la "tendencia a una actividad sobreabundante" como consecuencia de la autoconcertación -por las tardes los profesionales cobran por proceso realizado-.

Las consultas de cardiología y oncología se harán en menos de un mes
Una oficina técnica se dedicará a controlar los tiempos de demora

Los servicios hospitalarios llegarán a pactos de objetivos de listas de espera y los incentivos que hasta ahora se han centrado en la producción se basarán en los resultados clínicos por medio de los denominados contratos de gestión clínica.

Las perspectivas para 2011 planteadas por Sanidad ayer no son halagüeñas, ya que Osakidetza prevé realizar un 3% más de intervenciones quirúrgicas -un total de 110.000 operaciones al cabo del año-, un 2% más en consultas externas -1.123.000 al año- un un 3,5% en pruebas -372.000-. "Una mayor oferta asistencial genera una mayor lista de espera", puntualizó Pérez Gil. Por ello, el objetivo del Servicio vasco de Salud es mantener controlada la espera de cirugía por debajo de 55 días en 2011, aunque la demora media ha sido de 52,4 días en 2010.

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Sanidad dió a conocer ayer el plan exigido por el Parlamento como una manera de "abordar" los incrementos de la demanda asistencial. El consejero de Sanidad, Rafael Bengoa, aseguró que se afrontará la espera con medios propios -sin aumentar los conciertos con la red privada, que se redujeron en 2010- y no con "una contratación agresiva" de centros privados, en una clara alusión al anterior departamento y el caso Margüello. Además, aseguró que las cifras "están mejorando", a lo que Juan Antonio Arieta-Araunabeña, del PNV, respondió acusando de "manipular" la interpretación de los datos y reprochó que se han gastado 58 millones más en 2010.

Uno de los pilares para aplacar las listas de espera será una oficina técnica que controlará la demora de los diferentes centros sanitarios y actuará en ellos si la espera rebasa los límites establecidos por el departamento. Osakidetza también estudiará las cancelaciones y la no asistencia a citas médicas -"entre el 8 y el 10% no vienen", aseguró Bengoa-. De corregirlas, se podrían realizar 500 operaciones más cada año y, en pruebas, se podría rebajar la inasistencia en un 1% con medidas como los recordatorios a través de la plataforma multicanal Osarean.

Entre las medidas generales se pretende reforzar las políticas de teleconsulta y el uso de las nuevas tecnologías para, por ejemplo, enviar los resultados de unas pruebas al paciente por correo electrónico o mensaje de texto al móvil, sin necesidad de que pida cita con los especialistas. La idea pasa por hacer más fuera de los hospitales y por que cuando el paciente acuda al centro sanitario, pueda resolver en una visita lo que antes exigía tres.

Para hacer frente al incremento de demanda en cirugía, Osakidetza mantendrá el nivel de la concertación y alquilará cuatro quirófanos en centros privados, en los que se operará con cirujanos del Servicio vasco de Salud. Se mantienen los tiempos máximos para operar -180 días en general, 30 días para intervenciones de oncología y 90 para cardiología-, pero se creará por decreto un nuevo límite: el de atender las consultas de cardiología y oncología en menos de un mes, así como el de realizar pruebas como las mamografías y las colonoscopias diagnósticas en ese tiempo. Si se rebasa, es obligatorio enviar a la red privada. El plan pasa también por atraer a más residentes y por formar enfermeras para que realicen más tareas, como el control del marcapasos.

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