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Reportaje:FÚTBOL | 29ª jornada de Liga

El Kun solo no basta

Agüero paga la falta de creación en el centro del campo y únicamente puede batir al Madrid en el remate final

José Marcos

La última vez que el Atlético ganó al Madrid en el Vicente Calderón gobernaba el Partido Popular, no existía el euro y la OTAN entraba en Kosovo para frenar a Slobodan Milosevic. El 12 de junio de 1999 el conjunto rojiblanco, dirigido por Radomir Antic, se aseguraba la permanencia (3-1) con goles de José Mari, Lardín y Juninho. Por el Madrid marcaba Raúl, quién si no, en un derbi que terminó con una veintena de asientos arrancados y media docena de azulejos rotos del vestuario visitante.

Desde entonces el guion permanece inalterado a favor del equipo de Chamartín. El balance de la escuadra del Manzanares desde su regreso a Primera es de lo más inquietante: seis empates y 13 derrotas. Catorce goles a favor y 38 en contra. Futbolistas como Fernando Torres solo lucen una igualada en su palmarés. Consciente del tormento que la afición colchonera arrastraba desde hacía casi 12 años, Agüero se tomó el partido casi como una cuestión personal. Los mensajes de apoyo repartidos por el vestuario -"¡Ahora, Atlético, ahora!"- le encendieron. Pero se estrelló contar los defensas del Madrid y con Casillas, al que solo pudo batir con eso remate raso cuando el encuentro ya moría. Agüero tiró del Atlético como pudo, pero no pudo convertirse en la imagen del tan ansiado renacer rojiblanco. La falta de acierto volvió a hacer mella en el jugador preferido del consejero delegado, Miguel Ángel Gil Marín, que basa las campañas de márketing del club y los futuros proyectos deportivos en el Kun -a finales de enero le renovaron su contrato hasta 2014 aunque le rebajaron su cláusula de 60 a 45 millones de euros-. Aunque ha mejorado en actitud y se ha convertido en un habitual del gimnasio, una recomendación del cuerpo técnico para fortalecer los isquiotibiales, la debilidad del centro del campo y de la última línea le volvió a pasar factura. Desconectado de la línea de creación, terminó haciendo la guerra por su cuenta.

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La realidad volvió a imponerse. El referente del Atlético no pudo con Casillas hasta el último lanzamiento. El meta blanco salvó a los 20 minutos un remate raso pegado al palo y al comienzo de la segunda parte solventó un mano a mano que silenció al Calderón.

Gambeteador antes que rematador, Agüero cuenta 11 goles en la Liga, uno más que a estas alturas de la pasada pero dos menos que la temporada de 2008-09. "A mí me gusta mucho regatear, lo mío es el regate y trato de jugármela en el mano a mano. Por supuesto, delante del arquero trato de meterla, pero por lo que más destaco es por el regate, por aguantar bien el balón y hacer la gambeta", reconoce el propio futbolista, amonestado por simular un penalti y que no jugará la próxima jornada en Pamplona por acumulación de amarillas.

Aun así, con tres dianas más que Forlán, Agüero es el máximo goleador de un Atlético que sigue sin ganar al eterno rival. "Hacía 18 años que la Luna no estaba tan cerca de la Tierra, pensábamos que podría ayudarnos de alguna manera, pero ni por esas", se lamentaba anoche un directivo sin hacer la menor autocrítica.

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Sobre la firma

José Marcos
Redactor de Nacional desde 2015, especializado en PSOE y Gobierno. Previamente informó del Gobierno regional y casos de corrupción en Madrid, tras ocho años en Deportes. Es licenciado en Periodismo por la Universidad Complutense y Máster de Periodismo de EL PAÍS. Trabajó en Starmedia, Onda Imefe y el semanario La Clave.
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