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Reportaje:

Libertad, palabra repetida

Un taller de poesía reúne a internos de la prisión de Córdoba

Vista desde fuera, nadie pensaría que tras los muros grises de una cárcel y sus interminables alambradas pueda haber poesía. Pero sí que la hay. De hecho, ambos conceptos, tal vez antagónicos, han ido muchas veces de la mano. El poeta Marcos Ana, preso durante 23 años en los penales franquistas, se lo dijo el año pasado a los internos de Córdoba, en la última edición de Cosmopoética, el certamen que reúne en la ciudad a poetas de todo el mundo.

Para la octava edición de Cosmopoética, la cárcel ha vuelto a abrir sus puertas para dejar entrar (y salir) a los versos. Y ayer hubo clase. La poeta cordobesa Alejandra Vanessa, que lleva cinco años impartiendo los cursos gracias a la colaboración de la asociación Cic Batá, acudió, como cada martes y jueves desde hace un mes, a su cita. Junto a ella, este año también han prestado desinteresadamente su tiempo poetas invitados como Juan Manuel Prieto, Marga López Morales y Raúl Alonso.

Unos 25 alumnos esperaban ayer a Alejandra. Solo dos chicas. Una de ellas es Rafaela Tirado, de 50 años. "Yo no había cogido nunca antes un bolígrafo si no era para escribir alguna carta. Pero ahora estoy encantada", afirma. Es el primer año que Rafaela acude a esta actividad y todavía no se ha soltado. "Ahora mismo, hago los deberes que me manda Vanessa, no me ha dado por sentarme por mi cuenta a escribir".

Quien sí lo hace es su compañero de aula, José Martín, de 48. Es su segundo año enfrentándose a los versos y lo disfruta. "Te ayuda a desarrollar la creatividad, a descubrir cosas nuevas. Si algo tengo que agradecerle a la cárcel es que los siete años que llevo aquí me han permitido encontrarme a mí mismo a través de la lectura y la escritura". Otro alumno, David Castilla, de 32 años, destaca la libertad que ha encontrado en las nuevas formas de expresión que ha aprendido.

Libertad es una de las palabras más repetidas en los poemas que los alumnos escriben. "Y amor y familia y cariño y espacios abiertos", completa Alejandra. "Es lo normal. Todos hablamos de lo que no tenemos, de lo que echamos de menos. Y en la poesía también", apunta. Alejandra Vanessa es miembro de la última quinta de creadores cordobeses reconocidos y lleva cinco años enseñando poesía en las escuelas y en la prisión. "De aquí me llevo mucho. He descubierto mucho talento y he aprendido más. La primera vez entré con prejuicios y a los 10 minutos, me di cuenta de que estaba dando una clase de poesía más".

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