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Elecciones municipales y forales

Urkullu exhibe como bandera la gestión de las tres Diputaciones

Olano asume el discurso identitario al insistir en la unidad nacionalista

El PNV esgrimió ayer la gestión como aval de cara a los próximos comicios municipales y forales. Consciente de que la cita del 22 de mayo demanda un programa electoral más cercano que el identitario, el líder peneuvista, Iñigo Urkullu, se acompañó por los tres diputados generales, todos de su partido, como símbolo de una política "comprometida" con los ciudadanos que contrapuso a la del Gobierno. Reflejo quizá de la importancia que en la formación nacionalista dan a unos resultados que les permitan consolidarse al frente de las instituciones forales, con el conseguiente desgaste para socialistas y populares.

Urkullu no dudó en afirmar que tanto José Luis Bilbao en Vizcaya, como Markel Olano en Guipúzcoa y Xabier Agirre en Álava "han cumplido" al frente de sus instituciones en los cuatro últimos años. "Representan como nadie el saber hacer del PNV", enfatizó, antes de argumentar su manifestación con ejemplos. En este sentido, presentó a los diputados generales como colaboradores del acuerdo de estabilidad institucional para sortear la crisis, artífices de las medidas de reactivación económica impulsadas en los tres territorios y partícipes de la negociación con el Gobierno central para cerrar las transferencias a Euskadi.

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"Pasos adelante", según destacó el presidente peneuvista, antes de provocar la aclamación de los afiliados que asistieron en Vitoria a la presentación oficial de los tres candidatos a repetir como diputados generales. "Este es el resultado, pero no es suficiente. Aspiramos a más. Queremos más. Nos comprometemos a conseguir más", aseguró. Y concretó con nuevos retos que comparó también con la gestión del Ejecutivo. "Tenemos por delante más proyectos e inversiones, frente a un Gobierno que ni siquiera puede presentar una política económica. Y tenemos nuevas competencias que conseguir, frente a un Gobierno que no da un paso por hacer cumplir el Estatuto", reprochó.

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Poco a poco, Urkullu incidió en las críticas a socialistas y populares, sus principales rivales para el 22-M. En concreto, cargó contra sus dos máximos representantes: el lehendakari, Patxi López, y el presidente del PP vasco, Antonio Basagoiti. Recordó que ambos acudieron juntos la pasada semana a recibir un premio en Asturias por la "defensa de los derechos constitucionales" y se preguntó si "alguien les ha escuchado reivindicar el cumplimiento del Estatuto" autonómico. "No lo defienden porque por eso no les van a conceder un premio. Eso nos toca a nosotros", arengó Urkullu.

El mandatario nacionalista recordó ante las bases que restan "menos de dos meses" para las elecciones y rescató "el trabajo bien hecho" con ánimo de insuflar "confianza" a los suyos. En este sentido, instó a los candidatos a alcaldes y diputados generales a trabajar "sin pensar en los grandes titulares", pese a la dificultad que ello supone. Según justificó, el PNV solo es protagonista de noticias sobre "trifulcas o comisiones" de investigación. "Si nos dedicamos a hablar de programa o de gestión no existimos para determinados medios de comunicación. Parece que interesa que hagamos la campaña gratis a unos y otros", recriminó.

La intervención del máximo mandatario nacionalista encontró respaldo en las de sus ayer escuderos. El más contundente fue quizá Olano, quien asumió el discurso de tintes más identitarios de la jornada al abogar por "un espacio de trabajo en común" entre los partidos nacionalistas que sirva de "alternativa al frente constitucionalista" que, a su juicio, integran socialistas y populares. En sintonía con la línea soberanista del partido en su territorio, insistió en que la reivindicación del derecho a decidir de los vascos "ha venido para quedarse" y alertó de nuevo, para movilizar a sus electores, sobre posibles pactos entre socialistas y populares para extender su pacto a Diputaciones y Ayuntamientos.

En sentido inverso, Agirre destacó la necesidad de "cerrar definitivamente la puerta al pasado violento", aunque coincidió en la advertencia de que se reedite en Álava el acuerdo entre PSE y PP que hace dos años motivó el relevo en Ajuria Enea. Consciente del daño que a la imagen del partido ha provocado la supuesta trama de corrupción política en la que se han visto implicados destacados dirigentes del PNV alavés, el candidato a diputado general defendió "la transparencia y la ética" como requisitos indispensables de la gestión.

Bilbao, por su parte, consideró que algo "ha cambiado" desde el relevo de un Gobierno vasco que ha tratado de "homologar" Euskadi al resto de España. Frente al "déficit" y la "ineficacia" que ello representa, en su opinión, situó al PNV como "la garantía del pan para hoy, pero también para mañana", y confió en que la sociedad vasca será "inteligente y sabia" para distinguir el 22 de mayo qué modelo de gestión quiere.

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