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El líder del PP rechaza cuatro veces hablar de corrupción

Carlos E. Cué

Hasta ayer, Mariano Rajoy no había ofrecido ninguna explicación sobre su decisión de aceptar en las listas de la Comunidad Valenciana a 11 implicados en casos de corrupción. No solo no había permitido preguntas, como es habitual cuando hay problemas internos: tampoco había hecho referencias en sus discursos. A lo máximo que llegó, en una conversación informal con periodistas antes de cerrar las listas el jueves, fue a ironizar con la pregunta "¿Costa, quién es Costa?", en referencia a Ricardo Costa, imputado por Gürtel.

Rajoy simula que este asunto no le compete, aunque todos los dirigentes del PP consultados aseguran que es él quien ha tomado las decisiones y quien ha hablado con el líder valenciano, Francisco Camps, para garantizarle que frenaría el intento de su secretaria general, Dolores de Cospedal, de vetar a algunos implicados por corrupción.

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Si hasta ayer no había dicho nada, en Berlín, cuando por primera vez se vio obligado a aceptar preguntas, utilizó la excusa de estar fuera de España para no contestar a ninguna. Rajoy ofrece muy pocas ruedas de prensa en España, una al año en Madrid y, como mucho, una al mes en sus desplazamientos a otras autonomías. Ha llegado a estar seis meses sin contestar preguntas, algo absolutamente inusual entre líderes políticos europeos. Ayer rechazó hasta cuatro sobre las listas valencianas.

"No voy a contestar"

Se le preguntó qué entiende por "ser implacable con la corrupción", como prometió; si cree que estas cuestiones tienen que ver con la mala imagen de los políticos; o si no es una contradicción que en Baleares se haya dejado fuera a todos los imputados y en la Comunidad Valenciana se haya aceptado a todos. "No voy a contestar", replicó. "No tengo nada que decir". O directamente nada, con un gesto de rechazo. Pretextó que solo quería hablar de temas europeos, pero sí contestó cuando se le preguntó sobre ETA o Bildu. Ante ese silencio y la ausencia total de explicaciones por parte de otros dirigentes el fin de semana, aún no hay una versión oficial de por qué se han aceptado sin más las listas de Camps.

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Después de la conferencia en la sede de la fundación Konrad Adenauer, Rajoy se acercó a los periodistas para mantener una conversación informal. Cuando la prensa intentó de nuevo recabar una explicación al respecto, dio por finalizado el encuentro, no sin antes señalar que no piensa decir nada y que se remite "a las estructuras del partido". Estas no han dado ninguna explicación, pero obviamente él es su máximo responsable.

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