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Los populares intentan combinar el desgaste por el 'caso Faisán' con el pacto contra ETA

Alfredo Pérez Rubalcaba es el objetivo político preferente del PP y, a la vez, el miembro del Gobierno con el que debe negociar y acordar la lucha antiterrorista. Para lo primero, el PP sigue aferrado al caso Faisán, pisando la raya del uso político de la lucha contra ETA, y para lo segundo intenta limitar los éxitos que pueda conseguir, por ejemplo, frenando que la izquierda abertzale esté en las urnas.

Empezando por la secretaria general del PP, Dolores de Cospedal, que insistió ayer en comparar la repulsa que puede provocar la foto del etarra Antonio Troitiño con la del ministro del Interior. "La foto de la infamia en materia de lucha contra el terrorismo" es "la misma que la que presenta todos los días el señor Rubalcaba cuando se esconde y no quiere responder", aseguró en referencia al terrorista y al ministro por el caso del chivatazo.

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Hasta el nuevo presidente de Nuevas Generaciones, Pablo Casado, se las apañó para incluir una referencia crítica a Rubalcaba por este caso en el congreso de su organización en Zaragoza. Casado leía un comunicado sobre nuevas tecnologías e incluyó un párrafo en el que aseguraba que los teléfonos móviles y los sistemas de ubicación geográfica mediante GSP, son los que permitieron que la investigación judicial confirmase la existencia de un chivatazo a ETA en medio de una operación policial. Y el diputado Ignacio Cosidó pidió la dimisión del ministro por ese caso.

Cospedal, además, mantuvo la presión sobre el Gobierno a cuenta de la presencia de la izquierda abertzale en las urnas. Aunque la decisión será estrictamente judicial, en el Tribunal Supremo o el Tribunal Constitucional, Cospedal aseguró que el PP nunca acordará con el Gobierno ningún pacto que permita a ETA o a su entorno llegar a las elecciones. "No hay negociación ni diálogo posibles" si ese es el fin, aseguró. Horas antes, el responsable de Justicia e Interior del PP, Federico Trillo, garantizó en la Cope que la izquierda abertzale no estará en las elecciones, porque lo impedirán las medidas que negocia con Rubalcaba. Trillo contradecía así a otros dirigentes del PP, como Jaime Mayor Oreja, que sostienen que el Gobierno terminará por permitir que grupos ligados a ETA vayan a las urnas.

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