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Otros matrimonios (muy) reales

Mábel Galaz

Felipe y Matilde. Se casaron en 1999.

Felipe de Bélgica fue educado por su tío Balduino con la idea de que le sucediera. Lo hubiese hecho si Balduino, fallecido en 1993, hubiera vivido una década más.

En vez de reinar, Felipe aún espera su momento entre turbulencias y dudas públicas sobre su idoneidad. Ha sido el único en cumplir con las normas de la monarquía al casarse en 1999 con Matilde, joven aristócrata de origen flamenco. Padres de cuatro hijos y muy católicos, representan el modelo de pareja noble a la vieja usanza.

Haakon y Mette-Marit (2001).

Hasta que apareció Haakon, ningún príncipe heredero había sido capaz de salir en televisión explicando que estaba dispuesto a renunciar a la corona por amor. Ninguno se había atrevido tampoco a abandonar palacio para vivir con su novia y el hijo de esta, Marius. Todo cambió para Mette-Marit cuando, a finales de los noventa, asistió al Festival Quart en Kristiansand, el mayor de rock en Noruega, y conoció a Haakon, heredero al trono de ese país. Llevan 10 años casados y son padres de dos niños.

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Príncipes en capilla

Guillermo y Máxima (2002).

Guillermo tuvo que luchar contra su madre, la reina Beatriz, y contra media Holanda para que le permitieran casarse con Máxima de Zorreguieta, que trabajaba como inversora en la Bolsa de Nueva York. La negativa se debía a que era hija de Jorge Horacio Zorreguieta Stefanini, ministro del dictador argentino Jorge Videla. Máxima ha logrado dar la vuelta a la historia y ahora es uno de los personajes más valorados de la familia real holandesa, por detrás de su suegra.

Federico y Mary (2004).

Nadie podrá olvidar las lágrimas de Federico de Dinamarca ante el altar esperando la llegada de su novia, la australiana Mary Donaldson. El príncipe heredero acabó con la leyenda de que la emoción en las bodas es cosa de ellas. Gran aficionado al deporte, conoció a Mary en los Juegos Olímpicos de Sidney. La pareja vivió a escondidas su relación hasta que la reina cedió. Mary, madre de cuatro hijos, mellizos los dos últimos, forma con Federico una de las parejas más populares de la realeza.

Felipe y Letizia (2004).

Una periodista y divorciada. Esa fue la mujer de la que se enamoró Felipe de Borbón y con la que contrajo matrimonio tras una breve relación. La llegada al palacio de la Zarzuela de Letizia Ortiz rompió moldes y levantó polémica, acallada tiempo después por la profesionalidad con la que abordó su trabajo dentro de la familia real. Los príncipes de Asturias saben que tienen que ganarse todavía el puesto y convencer a los ciudadanos de que la monarquía es necesaria en España.

Victoria y Daniel (2010).

Victoria de Suecia no quería ser princesa y menos aún prepararse para ser reina. De una extrema timidez, le costaba aparecer en público. Comenzó a padecer anorexia, y sus padres la apartaron de la primera fila para que se recuperara. Parte del plan médico consistía en duras sesiones de gimnasio. Así conoció a Daniel Westling, que se convirtió en su preparador físico y poco después en su pareja. Tras casi diez años de amor oculto, se casaron el pasado verano. De momento no tienen hijos.

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Sobre la firma

Mábel Galaz
Fue la primera mujer en pertenecer a la sección de Deportes de EL PAÍS. Luego hizo información de Madrid y Cultura. Impulsó la creación de las páginas de Gente y Estilo. Ha colaborado con varias cadenas de televisión y con la Cadena Ser. Ahora escribe en El País Semanal.

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