La precariedad de los precarios

"Señora catalana, particular, del barrio, seria, responsable y de confianza se ofrece para cuidar personas mayores, canguro, limpieza, etc. Como fija, media jornada o por horas y noches. De lunes a domingo. 5 euros la hora". El anuncio, colgado en la boca del metro del Poblenou de Barcelona, no puede ser más claro: trabajo de lo que sea, a la hora que sea y a mitad de precio. Si la crisis ha precarizado las condiciones laborales de los trabajadores, la economía sumergida no iba a ser una excepción. Lo que ya era precario, ahora ha bajado a precio de saldo. Gloria, la chica del anuncio, lo reconoce: "Sí, es la mitad. Antes cobraba entre 10 y 11 euros la hora. Es la crisis, con toda la gente que ha venido del paro...".

Lo que ya era mal pagado ahora ha bajado a precio de saldo

La economía sumergida no es nueva. Pero la crisis hace que se reproduzca. En la ciudad de Barcelona a principios del año pasado suponía cerca del 22% del Producto Interior Bruto, según Gestha, que agrupa a los técnicos del Ministerio de Economía y Hacienda. Esto se traducía en unos 32.100 millones de euros, según sus cálculos, que se movían por la ciudad sin control oficial. En Tarragona calculan que el fraude fiscal llega al 29% de la riqueza y en Lleida, al 26,2%. Según la misma fuente, el 10% de los pequeños empresarios catalanes declararon menos ingresos de los que en realidad percibían. No disponen de datos más actuales, porque suelen estudiar las tendencias cada dos años. Pero creen que ha seguido en aumento.

La página web Buscocanguro.com es una muestra del interés por buscar empleos por horas. Recoge anuncios de personas que se ofrecen para cuidar niños y hacer tareas del hogar. Prácticamente todas las ofertas son de mujeres. Según sus responsables, en 2009 gestionaron hasta abril 1.100 anuncios de candidatas. En 2010, cerca de 2.250 anuncios. Este año, van por los 2.930, y subiendo. Varias candidatas a canguros piden cinco euros por hora. Una cuarta parte asegura hablar, además de castellano o catalán, inglés.

"En momentos de crisis, igual que el que tiene una carrera, un máster y habla dos idiomas, se pone a trabajar de administrativo por 900 euros, también la economía sumergida se precariza. Todo el mundo baja un peldaño", considera el coordinador de política sectorial de CC OO en Cataluña, Noël Climent. La situación de apuro de muchas personas, es tal, explica a partir de los casos que atienden en el sindicato, que "los chanchullos también se nutren de gente que no acepta trabajos legales para no perder los pocos ingresos seguros que tienen, aunque sean poco, como los 420 euros de los parados que se han quedado sin subsidio".

Contra este grupo (parados que trabajan en la "economía informal") el Gobierno ha decidido afilar el cuchillo. El secretario de política sindical de UGT de Cataluña, Camil Ros, cree que la economía sumergida no es plato del gusto de nadie. "A nadie le gusta, es pura supervivencia. No estamos hablando de la picaresca del paleta autónomo que declara la mitad de sus ingresos. Con una cuarta parte de los parados sin ningún tipo de ingreso, insisto, es supervivencia".