Los italianos descubren Sant Jordi
Que a los italianos les gusta Barcelona no es un secreto. Ellos son, oficialmente, la primera comunidad extranjera en la capital catalana. Y ahora parece que están dispuestos a ser, también, los primeros entre los turistas extranjeros en disfrutar cada año la fiesta de Sant Jordi. Por segunda vez, la revista Leggere tutti y la naviera Grimaldi Lines han convocado La nave de los libros, un crucero literario que ha desembarcado en Barcelona a 900 lectores italianos y 30 escritores para festejar en Barcelona la fiesta del libro y la rosa.
Uno de los escritores italianos que ayer vivió su primer Sant Jordi es Emilio Marrese (Nápoles, 1967), periodista deportivo de La Repubblica, que acaba de publicar en España su primera novela, La rosa de fuego (Ediciones B), en la que, con el trasfondo de la Barcelona de la Guerra Civil, narra la gira que el Barça realizó en 1937 a Estados Unidos y México y de la que pocos jugadores regresaron.
"Esta fiesta demuestra ese espíritu de los catalanes de innovar, de hacer cosas diferentes, sea en el fútbol o la arquitectura. Siempre un paso por delante", expone Marrese mientras pasea por la Rambla de Catalunya y declara su amor por la capital catalana, que visitó por primera vez hace 20 años.
En La Rambla, el periodista y escritor toma aire ante el alud de gente paseando. "Es una avenida pintoresca, pero no es lugar más bonito de Barcelona, la ciudad mediterránea que Nápoles podía haber sido y no es. Es una ciudad que tiene lo mejor del norte y del sur, que funciona y se arriesga", sentencia rotundo. Tras dos horas paseando entre la multitud mirando libros y escritores firmando exclama: "¡La cultura produce dolor de pies!". Y en la dedicatoria de su libro a una lectora expresa un deseo: "Con amistad, en recuerdo de un Sant Jordi para mí muy especial, el primero y espero que no el último...".
