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Iniesta lidera el partido de la cantera

Sandro Rosell invitó a comer a la directiva del Espanyol en el Club de Golf del Prat, en Terrassa, donde se disputaba el Open de España. Y Daniel Sánchez Llibre asistió por primera vez tras cinco años al palco del Camp Nou. Al tiempo, el Barcelona negó entradas a los aficionados españolistas de la Curva Jove. Así que por el estadio solo se vieron pericos de manera aislada, dispersos por las gradas.

Como pocos, fue un partido con sabor a cantera catalana. Hasta 14 jugadores formados en las divisiones inferiores de ambos equipos llenaron las alineaciones titulares. El Barça salió al campo con Valdés, Piqué, Xavi, Iniesta, Messi, Busquets, Pedro y Fontás; el Espanyol, con Chica, Márquez, Amat, López y Raúl Rodríguez, además de Verdú, criado en La Masía. En el banco, siete más. En total, 21 jugadores formados en el fútbol base catalán, histórico vivero de excelentes jugadores.

El derbi barcelonés resultó relajado para el Barça tan pronto como pudo coger la pelota, volcarse sobre el terreno de Kameni y aparecer Iniesta en escena.

Últimamente, el clásico catalán no se entiende sin el manchego, esencia misma de la manera de hacer las cosas en el fútbol formativo del Barça. El volante dedicó a Dani Jarque, su amigo y excapitán del Espanyol, el gol que sentenció la final del Mundial de Sudáfrica. Así que en el partido de la primera vuelta protagonizó la previa por su primera visita a Cornellà-El Prat. Con aquel gesto se ganó el respeto de la afición españolista y se fue ovacionado cuando el partido acababa pese a la goleada (1-5).

Ayer, un falló de Galán lo convirtió en gol Iniesta, que, por supuesto, se lo dedicó a su hija. No marcaba en la Liga desde el 22 de enero, contra el Racing. La temporada de Iniesta es, sin duda, la mejor de su vida. El año después de convertirse en leyenda con su gol en Johanesburgo acumula 48 partidos con el Barça y nueve goles, ocho en la Liga, en lo que significa el mejor registro goleador de su carrera. Iniesta repitió ayer un partido enorme, muy cerca del área. En un encuentro bastante relajado, encajó perfectamente la elegancia del manchego.

Si de las botas de Iniesta cogió ventaja el Barça, de las de Xavi nació el gol de Piqué. Para no variar, el equipo de Pochettino encajó un gol en un saque de esquina, suerte ofensiva muy trabajada por el Barça este año.

Busquets, otro canterano, molestó con un bloqueo a Raúl Rodríguez y Piqué cogió ventaja para fusilar a Kameni. Una vez más, la delantera se quedó seca, pero el Barça sacó el partido adelante.

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