La canciller tiene "gran respeto" por las reformas en España
Angela Merkel habló ayer de su "gran respeto" por las reformas aplicadas en España desde hace un año. Durante los 60 minutos que pasó respondiendo a los periodistas de la Asociación de la Prensa Extranjera, Merkel trató de evitar continuamente dar la impresión de que extiende recetas para los socios europeos más afectados por la crisis.
Apeló un par de veces a la "soberanía nacional" de los países del euro. Sonriendo cuando le preguntaron sobre la necesidad de reformas más profundas en España, Merkel recordó que "todos los países necesitan reformas una y otra vez". También en Alemania, "cuando terminamos una reforma, como la de la sanidad, ya nos tenemos que enfrentar a la siguiente". A todos los países "les pasará lo mismo". Sobre los cambios acometidos por el Ejecutivo español, Merkel fue rotunda: "Yo no tengo propuestas que hacer desde aquí a España sobre cómo debe escribir su agenda política".
Aludió Merkel a su encuentro con José Luis Rodríguez Zapatero durante la cumbre hispanoalemana de febrero, donde le comunicó su "aprecio" por "el esfuerzo" español. Destacó la canciller alemana el "consenso social alcanzado, con la participación de los sindicatos" en España. Respecto a Portugal, habló de los "caminos razonables" hacia el rescate y el saneamiento financiero, pero también evitó "dar consejos desde aquí para un Gobierno que se encuentra en plena campaña electoral". Aseguró que está "demasiado ocupada con las reformas" que su Gobierno aplica en Alemania.
En total, la rueda de prensa que ofreció a los periodistas extranjeros acreditados en Berlín fue un ejercicio de cintura para evitar ser demasiado explícita. Merkel anduvo con pies de plomo sobre la crisis de deuda europea, que es el asunto que le va a tener tremendamente ocupada durante las próximas semanas. Ni cifras, ni cálculos, ni más propuestas que las ya conocidas.
