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Elecciones municipales y autonómicas

Las batallas de las ciudades medias

PP y PSPV centran sus esfuerzos en la conquista de una docena de Ayuntamientos

El PP de Francisco Camps pretende arrebatar a los socialistas sus principales iconos urbanos, Elche, Benidorm y Gandia, en las elecciones municipales del próximo día 22. Los socialistas confían en mantener sus feudos y ampliar sus gobiernos locales con ciudades como Ontinyent, Mislata y Vila-real. Compromís y Esquerra Unida esperan ser determinantes en municipios como Onda y Requena. Son las otras batallas, mucho más encarnizadas, que se libran en paralelo a la campaña a Cortes Valencianas. En esta convocatoria electoral, los alcaldes socialistas se han puesto delante de las siglas de su partido, situadas en un discreto segundo plano, para pedir a sus vecinos que voten a la persona y resistan la tentación de castigar la gestión de José Rodríguez Zapatero en los Ayuntamientos. Por contra, los populares han preferido esconder a Camps y a los candidatos salpicados por los escándalos de corrupción para situar en el frontispicio de su campaña las siglas PP. Falta ver cómo condicionarán estas situaciones la actitud de los votantes. Hace cuatro años, en los comicios de 2007, el PP obtuvo 128.000 votos más (casi seis puntos porcentuales) en las autonómicas que en las municipales y consolidó la tendencia que otorga al candidato a presidente de la Generalitat del PP más respaldo que a los alcaldes de este partido. Fundamentalmente porque los votantes de los partidos locales conservadores sin referente autonómico votan al PP para la Generalitat.

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Por contra, los socialistas confirmaron en 2007 que sus votantes priman más a los alcaldes que al candidato autonómico, que obtuvo unos 17.000 votos menos que el conjunto de sus munícipes.

Entonces, el Bloc y Esquerra Unida que concurrieron conjuntamente a Cortes Valencianas con la marca Compromís lograron casi 195.000 votos en las autonómicas y 220.000 en las municipales (casi 115.000 EU y algo más de 105.000 el Bloc) con listas separadas en la mayoría de los municipios.

Si la diferencia entre populares y socialistas en las autonómicas fue de más de 18 puntos hace cuatro años, en las municipales se redujo a 12 puntos. Una diferencia que analizada en bloques de derecha e izquierda se redujo a 11 puntos en las autonómicas y tres puntos en las locales.

En este contexto, la aparición de partidos liderados por cargos que han renegado del PP o del PSPV ha cobrado notable importancia en la aritmética electoral de municipios como Benidorm y Gandia, donde un concejal de más o de menos condiciona los gobiernos municipales.

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Los populares confían en incrementar su presencia local. "Si en 2007 logramos gobernar en los municipios que aglutinan al 75% de la población valenciana, en esta ocasión pretendemos elevar ese porcentaje hasta el 80%", señala un miembro de la dirección regional del PP. Los socialistas también se muestran optimistas por la valoración que reciben sus candidatos locales en las encuestas y confían en conquistar alguna de las plazas importantes del PP, que sirvan para desquitarse del varapalo que recibieron hace cuatro años con la pérdida de gobiernos locales fundamentales en el área metropolitana de Valencia, como Torrent y Paterna.

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