Camps amplía su mayoría pese al escándalo Gürtel

El PP de Francisco Camps ampliará su mayoría el próximo 22 de mayo gracias al retroceso de los socialistas, según la encuesta de Metroscopia para EL PAÍS. Así, aunque pierde un punto y medio respecto a los resultados de 2007 (pasaría del 53,1% al 51,6%), el PP cosecha cinco diputados más (pasaría de 54 a 59) a costa de los socialistas, que sufren una caída de más de seis puntos (pasarían del 34,9% al 28,7%) y ven recortado de 38 a 33 el número de escaños. Esquerra Unida del País Valencià, ahora en solitario, obtendría un 7,1% de los votos y siete diputados mientras que la Coalició Compromís, con un 4,2%, no superaría la barrera del 5% para obtener representación parlamentaria. En 2007, ambas opciones conjuntamente lograron un 8,1% y siete diputados.

De esta forma, los casos de corrupción, como el de la trama Gürtel, donde el propio Camps está implicado, no tendrán reflejo electoral gracias al "cierre de filas" de los electores del PP y al desconcierto entre los votantes socialistas. Y eso a pesar de que una mayoría de electores desaprueba la gestión de Camps (un 49% frente a un 44% que la aprueba) y a que suspende en la evaluación de líderes (con un 4,5 sobre 10).

El cierre de filas del electorado del PP pasa por dejar en segundo plano los problemas judiciales de Camps. Así, frente al 53% de electores del PP que el pasado octubre opinaban que los políticos implicados en posibles delitos no deberían figurar en una candidatura electoral, ahora el porcentaje se reduce al 36%. La opinión mayoritaria de que la corrupción en la política valenciana ha aumentado en los últimos cuatro años (así lo cree un 52% de los electores), sólo la comparten un 28% de los votantes del PP. De todas maneras, como ya ocurría en octubre de 2010, un 36% de los votantes valencianos del PP hubiera preferido a otra figura del partido, pero no a Camps, como candidato.

Frente a la fidelidad de la base electoral del partido en el poder en las instituciones valencianas, la situación del electorado socialista es muy volátil. Así, los populares retienen a tres de cada cuatro de sus votantes de 2007, mientras que los socialistas sólo retienen a tres de cada cinco. El porcentaje de electores indecisos del PSPV-PSOE es el doble que el de los indecisos del PP (un 20,8% frente a un 10,4%). El candidato socialista a presidente de la Generalitat, Jorge Alarte, es conocido por el 60% de los entrevistados y obtiene una nota media de 4,3. Su gestión como líder de la oposición (lo es desde hace dos años y medio) es aprobada por la mayoría de electores socialistas (un 47%) pero en mucho menor nivel que los electores del PP aprueban la gestión de Camps como presidente (un 82%). Como en otros sondeos, una mayoría cree que el PP defiende mejor los intereses valencianos (el 42% frente al 16%).

El fantasma de unas Cortes Valencianas bipartidistas parece conjurado, a la luz de la encuesta. La división de la antigua coalición Compromís pel País Valencià se resuelve a favor de Esquerra Unida del País Valencià, cuya candidata, Marga Sanz, es la única que aprueba (con un 5,1) aunque es la dirigente menos conocida (sólo por el 19% de los entrevistados). Esta formación obtendría un 7,1% de los votos y siete diputados. La actual Coalició Compromís, integrada por el Bloc Nacionalista Valencià, Iniciativa del Poble Valencià y Els Verds-Esquerra Ecologista, no consigue superar el requisito del 5% de los votos. Alcanzaría el 4,2% y quedaría, por ello, fuera de la Cámara autonómica. Su candidato, Enric Morera, conocido por el 30% de los entrevistados, obtiene una puntuación de 4,8.

Como indicativo del malestar entre los electores de la izquierda, expresado en el denominado "voto crítico", destaca el porcentaje de sufragios a otros partidos o en blanco, que alcanza el 8,4% (sin contar a Compromís), cuando en 2007 fue de un 3,9%.