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Entrevista:MIJALIS JRYSOJOIDIS | Ministro de Desarrollo Regional y Competitividad

"La corrupción era un elemento básico en Grecia"

Lucía Abellán

La presencia de una periodista española en el amplio y sobrio despacho del ministro griego de Desarrollo Regional arranca una contundente exclamación inicial. "¡Alfredo!". Alude Mijalis Jrysojoidis (Veria, 1955) al vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, y se interesa por saber si finalmente será o no el sucesor de José Luis Rodríguez Zapatero como candidato socialista en las elecciones generales del año que viene. Por si la referencia no resulta adecuada para romper el hielo, el responsable de fomentar el crecimiento en Grecia menciona también a Mariano Rajoy, con quien coincidió en reuniones europeas cuando el líder de la oposición española llevaba las riendas de Interior. Entonces Jrysojoidis se ocupaba de una cartera similar, denominada de Orden Público, en la que se labró un futuro como héroe nacional al desmantelar la organización antiterrorista Diecisiete de Noviembre. "Es un hombre muy alto", acierta a decir el dirigente griego sobre Rajoy.

"No podemos seguir así. Todo el mundo habla de Grecia en términos negativos"
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Pese a ese primer amago de distensión, el ministro ensombrece el tono y ofrece respuestas escuetas -algo poco común en los discursos griegos- sobre cómo encara el Estado sus crecientes dificultades. Visiblemente hastiado por el interés mediático que suscita un país tradicionalmente apartado de la primera línea internacional, Jrysojoidis ofrece sus argumentos en un más que correcto inglés, flanqueado por una bandera griega y otra europea. Dos identidades que conviven cada vez con más sobresaltos.

Pregunta. Ahora que las autoridades europeas comienzan a admitir la posibilidad de una reestructuración de la deuda griega, ¿cómo lo ve su Gobierno? ¿Supone un alivio o una amenaza para la credibilidad?

Respuesta. Siempre se discute en esos términos de Grecia y eso crea una atmósfera negativa en el país. Es un debate terrible. La prensa internacional todos los días sugiere que Grecia quebrará. Así no es posible crear políticas para el desarrollo. Esa no es la salida a la crisis. Precisamente por ese debate, si finalmente reestructuramos la deuda, se producirá una falta de confianza fuera, en los mercados, y puede que terror en la sociedad griega. Es un doble accidente. Ataca a la economía real y al sentimiento de la gente. No podemos seguir así. Todo el mundo habla de Grecia en términos negativos.

P. En este contexto, y con el país aún metido en la recesión, ¿cómo piensa promover el crecimiento, su principal reto como ministro de Desarrollo?

R. Es lógico que el país esté en recesión, aunque en el primer trimestre del año ya hemos tenido un avance del 0,8% en el PIB intertrimestral, lo que es un milagro para algunos integrantes de la Comisión Europea y para el mercado. Se ha producido un fuerte crecimiento de las exportaciones. Está sucediendo algo impresionante: el sector privado parece comportarse de forma independiente del público y de los problemas fiscales. Al final, creo que el sector privado seguirá su propio camino.

P. ¿Y en el sector público van a acometer finalmente despidos de funcionarios o el volumen de empleados se reducirá solo como resultado de no cubrir las jubilaciones que se produzcan?

R. No se ha decidido despedir a funcionarios. Pero, por otra parte, hay un problema real. El sector privado ha perdido millares de empleos y en el público ocurre lo contrario. Así que el sector público en Grecia no es productivo. Estamos intentando cambiarlo para que sea más productivo y eficiente en la realidad.

P. Uno de los mayores problemas que se achacan al sector público es que tiene muy interiorizada la corrupción.

R. Era un elemento básico en Grecia, pero hemos tomado muchas medidas y la corrupción ha descendido rápidamente, según los criterios de Transparencia Internacional, y confío en que no sea más un fenómeno del sector público. Ahora mismo, el nivel de corrupción en Grecia es comparable al de muchos países europeos.

P. ¿Cómo impactarán las privatizaciones en el desarrollo económico? ¿Lo dinamizarán?

R. Sí. Tenemos que examinar cada sector porque cada uno tiene su propia valoración. Tenemos que examinar cada dimensión de las empresas (dinamismo, rentabilidad) y ver en detalle cada una porque si vendes todas las compañías ahora, pierdes su valor real. La privatización se basa en aplicar leyes europeas. No podemos vender propiedades privadas de un día para otro. Seguimos y respetamos las normas comunitarias, que tienen sus procedimientos.

P. ¿Cree que las autoridades europeas considerarán este proceso suficiente para facilitar a Grecia un nuevo préstamo de rescate o exigirán más medidas?

R. Sí, exigirán más medidas. El problema es que, por supuesto, necesitamos la solidaridad europea, pero adoptar nuevas medidas va contra la economía real. Porque eso produce caída de la demanda interna, del consumo, lo que genera una atmósfera negativa en el país. Por eso debemos tener mucho cuidado.

P. Es un difícil equilibrio entre austeridad y crecimiento.

R. No hay duda sobre nuestro esfuerzo de reducir el déficit. Pero si subimos continuamente los impuestos, por ejemplo, debilitaremos la demanda. Y los problemas de liquidez son ahora terribles.

P. ¿No están confiando demasiado en las exportaciones como motor de desarrollo? ¿Es realista ese pronóstico?

R. Las exportaciones suponen el 10% del PIB y están creciendo mucho. Habrá un incremento del turismo este año. Entre exportaciones y turismo sumarán 2,5 puntos de PIB. Esto reducirá la presión sobre el país.

P. ¿Cómo está funcionando la reestructuración de la administración local, que supuso una considerable reducción en el número de Ayuntamientos? ¿Están ahorrando?

R. Es cierto que ahora tenemos menos. Se han reducido a un tercio de lo que eran, hasta quedar en unas 300. Pero se necesita tiempo para reconstruir el sector público.

P. ¿Alguna vez ha sugerido Alemania -o algún otro país- que vendan monumentos o utilicen los activos turísticos como aval para pagar la deuda?

R. Es una broma. Nunca se ha sugerido. ¿Ofrecerían ustedes Málaga o Las Palmas?

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Sobre la firma

Lucía Abellán
La redactora jefa de Internacional de EL PAÍS ha desarrollado casi toda su carrera profesional en este diario. Comenzó en 1999 en la sección de Economía, donde se especializó en mercado laboral y fiscalidad. Entre 2012 y 2018 fue corresponsal en Bruselas y posteriormente corresponsal diplomática adscrita a la sección de España.

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