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El reparto del poder municipal

Maroto adelanta que habrá que tomar "decisiones difíciles"

Vitoria dejó ayer atrás cuatro años de mandato socialista para embarcarse en la próxima legislatura a manos del PP, que recupera el poder en la ciudad en el momento en el que Euskadi empieza a ver tímidamente la salida de la crisis. Javier Maroto accedió a la alcaldía con los únicos votos a favor de los nueve concejales del PP. Peneuvistas y socialistas se abstuvieron y los seis concejales de Bildu votaron a su propio candidato, Kike Fernández de Pinedo.

Maroto, quien inició su discurso en esuekar, se centró en la crisis económica, la necesidad de promover la austeridad y adelantó que durante el mandato que ahora se inicia "habrá que tomar decisiones difíciles".

Sus primeras palabras, sin embargo, fueron para hacer un llamamiento al sentimiento vitoriano y a la unidad política. La investidura fue sobria, rápida y se desarrolló sin sobresaltos en la votación. El presidente del PP, Mariano Rajoy, cumplió con la promesa que le hizo a Maroto en un mitin en Vitoria durante la pasada campaña y acudió al acto, un gesto que demuestra la importancia que el partido da a liderar la única capital vasca en la que ha podido gobernar.

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Junto a Rajoy, quien se mostró "muy preocupado" ante la situación económica y la irrupción de Bildu en las instituciones, numerosos dirigentes del PP vasco, como Antonio Basagoiti, Iñaki Oyarzábal, el candidato a diputado general de Álava, Javier de Andrés, o la presidenta del Parlamento, Arantza Quiroga, posaron sonriente en el pequeño salón de plenos.

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Además de la crisis, el alcalde centró su primer discurso en el medio ambiente, las que parece que van a ser las dos grandes áreas de trabajo del equipo de gobierno. En el plano económico, el PP aboga por la eficacia en el gasto, trabajar contra el desempleo, la transparencia en la gestión y la apuesta por garantizar el "proyecto estratégico más importante" de la ciudad para los próximos años, el soterramiento del tren. Entre los primeros pasos que el alcalde dará destaca la reducción de carteras en el consistorio. Además, hizo especial mención a la fuga de cerebros que vive Vitoria ante la falta de ofertas de trabajo para los recién titulados.

Respecto al otro pilar, el medio ambiente, pidió que no se quede en "mera celebración" la capitalidad verde europea de 2012.

Tanto el alcalde como los portavoces de la oposición hicieron referencia a la participación de los ciudadanos en los asuntos que atañen a la ciudad. Era casi una referencia obligada tras una investidura en la que el sonido de fondo fueron los silbidos de un grupo de personas, muchos participantes de la acampada de los indignados en Vitoria.

El peneuvista Gorka Urtaran pidió hacer política de manera "más humilde" para lograr empleo y mejorar la calidad de vida. El ya exalcalde, Patxi Lazcoz, hizo hincapié en que hay que evitar "cuestiones partidistas" y trabajar de forma conjunta para "salir cuanto antes de la crisis". Y Fernández de Pinedo aprovechó para abogar por la "desaparición de todo tipo de violencia, definitivamente y sin condiciones".

La segunda localidad alavesa, Llodio, será gobernada finalmente por Bildu. Natxo Urkixo recupera la alcaldía para la izquierda abertzale, tras dos mandatos del PNV. Urkixo encabezó la lista más votada, con seis ediles, los mismos que logró el PNV en las urnas. El PP apoyó al aspirante peneuvista para cerrar el paso a la coalición, pero no así los socialistas.

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