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La crisis del euro

Alemania cede ante el BCE y allana el camino al segundo rescate de Grecia

Merkel y Sarkozy aceptan en Berlín que la participación privada sea voluntaria - Los mercados celebran con fuertes subidas la posibilidad de un acuerdo

La canciller de Alemania, Angela Merkel, y el presidente de Francia, Nicolas Sarkozy, acordaron ayer una postura común respecto al segundo paquete de rescate de Grecia. En una conferencia de prensa en la que comparecieron juntos en la Cancillería berlinesa, Merkel explicó que "la participación del sector privado" en el futuro rescate del socio mediterráneo descansará "sobre una base voluntaria", de acuerdo con el Banco Central Europeo (BCE) y sin que suponga en ningún caso una declaración de impago por parte de las agencias de calificación.

Aunque Alemania siempre había sostenido que la participación privada sería "voluntaria", de sus planteamientos se desprendía un cierto grado de coerción para un canje de títulos que podría recibir calificación de impago por parte de las agencias. Tras la férrea resistencia del BCE y la negativa reacción de los mercados a los planteamientos alemanes, Alemania suavizó ayer su postura, siempre a falta de los detalles.

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Los inversores reaccionaron con alivio. Las Bolsas europeas subieron con fuerza. El Ibex ganó un 2,18% y las primas de riesgo de los países periféricos se redujeron. En España, cayó de 274 a 261 puntos básicos.

Tanto Merkel como Sarkozy dijeron ayer en Berlín que están decididos a acordar las nuevas ayudas "en cuanto sea posible".

Merkel relacionó esta participación privada con la llamada Iniciativa de Viena, el acuerdo voluntario por el que los bancos se comprometieron en 2009 a mantener sus préstamos a los países del Este europeo mientras durase la crisis financiera. Es el llamado roll over: una vez vencida la deuda, los inversores compran voluntariamente obligaciones por cantidades equivalentes a las recién cobradas. Sarkozy celebró ayer haber "encontrado una solución". Merkel, por su parte, reconoció que la de Viena sería "una buena base" para los próximos acuerdos.

La discusión había encallado en la polémica entre Alemania y el BCE sobre la participación privada en el segundo rescate a Grecia. Apoyado por Francia, el BCE se ha resistido a las propuestas alemanas de incluir a los acreedores privados en el paquete de ayuda. En una carta abierta al BCE, el ministro alemán de Hacienda, Wolfgang Schäuble, planteó el pasado 6 de junio que los tenedores de deuda griega prorrogasen los bonos siete años. Defendió Schäuble que la participación privada debía ir "más allá de lo acordado en Viena". En los despachos del mastodóntico Ministerio de Hacienda berlinés se ha insistido hasta el último momento en que las aportaciones del sector privado han de ser "verificables, cuantificables y sustanciales".

Schäuble y Merkel querían con ello evitar una rebelión en su coalición de centro-derecha. También entre los contribuyentes alemanes hay serias reticencias contra un nuevo desembolso para rescatar a Grecia, apenas un año después del multimillonario y polémico primer paquete de ayuda.

Los Gobiernos de Finlandia, Países Bajos, Luxemburgo y Eslovaquia defendieron propuestas similares a la de Schäuble. Mientras, Grecia se hundía en el caos político. La reunión mantenida el martes en Bruselas por los 17 ministros de Hacienda del euro se saldó sin acuerdo sobre el rescate. La flexibilidad de la postura alemana podría ahora contribuir decisivamente a acercar posturas en la reunión del Eurogrupo en Luxemburgo mañana domingo.

Mientras, José Manuel Durão Barroso, presidente de la Comisión Europea, instó ayer a todas las fuerzas políticas griegas a apoyar con decisión "la reforma económica que Grecia necesita" y presentó el combate contra la actual crisis como un esfuerzo conjunto de Atenas y de la UE en que cada parte debe cumplir su papel con responsabilidad.

"La primera condición para tener éxito es que Grecia quiera ese apoyo y cumpla su parte", declaró Barroso. "Es crucial que las señales que lleguen de Grecia sean claras sobre el particular" De ahí su llamamiento a "todas las fuerzas políticas para que pongan toda su energía en conseguir un amplio apoyo político para la reforma económica que Grecia necesita". "Si Grecia cumple su parte, la Unión Europea también tiene que cumplir la suya porque va en nuestro común interés", agregó Barroso, que el lunes recibirá en Bruselas a Yorgos Papandreu, el primer ministro griego. El primer ministro se entrevistará el mismo lunes con el primer ministro luxemburgués, Jean-Claude Juncker, en su calidad del presidente del Eurogrupo, formado por los 17 países de la moneda única. "A Papandreu le diremos que haga lo que tenga que hacer porque si no, todos estaremos en problemas", comentó en privado una alta fuente europea.

Poco después de producirse el acuerdo franco-alemán, José Luis Rodríguez Zapatero expresó su convencimiento de que las turbulencias financieras provocadas por la crisis de Grecia no arrastrarán a España. O, al menos, quiere transmitir esa convicción. "España no está en riesgo", manifestó el presidente del Gobierno en una conversación informal con los periodistas que le acompañaban en el vuelo entre Astaná (Kazajistán) y San Petersburgo (Rusia) informa Miguel González.

Angela Merkel junto a Nicolas Sarkozy al inicio de su encuentro ayer en Berlín.
Angela Merkel junto a Nicolas Sarkozy al inicio de su encuentro ayer en Berlín.STEFFEN KUGLER (GETTY)

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