Una corte de recolocados, en el aire
La defenestración de Ripoll no solo le afecta a él, personalmente, sino que bajo su paraguas se extiende una amplia red de amigos y colaboradores cuyo futuro ahora en una incógnita.
La nómina de asesores de la Diputación de Alicante es de 75 personas, y la mayoría trabajan para el PP. Su presupuesto anual ronda los 3,2 millones de euros, aunque cuando Ripoll llegó a la presidencia, en 2003, apenas era de un millón.
Muchos de estos asesores son políticos decapitados por el campismo, y entre ellos figuran incluso exconsejeros de la Generalitat, como es el caso de Fernando Modrego, actual gerente de la empresa Proaguas.
Otras personas de confianza de Ripoll son: Genoveva Reig, exdirectora de Canal 9 y subdirectora de Presidencia con Zaplana, nombrada recientemente gerente del nuevo Auditorio Provincial; Emigdio Tormo, concejal del PP en Elche marginado por Mercedes Alonso, que buscó refugio como director de la Agencia Provincial de la Energía, o Alejandro de la Vega, cuñado de Ripoll (hermano de su mujer, Margarita de la Vega), que dirige el área de Medio Ambiente. Pero la nómina de recolocados también incluye, entre otros, a Luis Castillo, ex presidente del Club de Baloncesto del ACB, que es subdirector de Comunicación; al exdirector general de Interior de la Consejería de Gobernación (1991-1995), José López Garrido, que dirige ahora SUMA. Y otros nombres son: José Antonio Rovira (gerente de Recursos Humanos), Marcos Alós (gerente de Salud Mental), Juan Espinar (coordinador de Proyectos y Programas Municipales), José María Rodríguez (gerente del Ciclo Hídrico) y, además, hay otros 14 asesores de apoyo en el Grupo Popular, como Dolores Peña o Consuelo Maluenda.
