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Nueva oleada de reproches entre la Junta y la oposición

El nuevo paso judicial respecto al caso de los ERE y la batalla entre la juez Mercedes Alaya y la Junta sobre el carácter secreto o no de las actas de los Consejos de Gobierno desató ayer otra oleada de reacciones políticas. La consejera de la Presidencia, Mar Moreno, acusó al PP de instrumentalizar los datos que se van revelando y dijo que el auto de la Audiencia de Sevilla que establece que las citadas actas son públicas no pone fin a la cuestión pues la última palabra sobre el asunto la tiene el Tribunal Supremo.

Moreno señaló: "Queremos que el Supremo se pronuncie para que esto no sea una cosa de Andalucía, es decir, para que la decisión que tome el alto tribunal sirva para toda España y sirva de precedente".

El líder del PP andaluz, Javier Arenas, emplazó al presidente de la Junta, José Antonio Griñán, a que entregue "cuanto antes" todos los datos que solicita la juez, y acusó al socialista de haber "obstruido desde el primer día" la investigación de los ERE. También le conminó a "dejar de pelear con la justicia" y a que "entregue los datos de inmediato en favor de la transparencia".

Por su parte, el coordinador andaluz de IU, Diego Valderas, manifestó que la Audiencia de Sevilla viene a dar la razón a todos los que decían que las actas no eran secretas y pone de manifiesto que el Gobierno andaluz "ha vuelto a cometer un nuevo error en su intento, desde el primer momento, de ir imposibilitando el esclarecimiento de lo ocurrido con la trama de los Expedientes de Regulación de Empleo".

Según Valderas, la Junta de Andalucía se equivocó en este asunto desde el momento en el que negó la comisión de investigación sobre el mismo en el Parlamento andaluz.

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