El PCE emplaza a su dirección extremeña a apoyar a Vara
El comité federal del PCE aprobó ayer, por 68 votos a favor, ninguno en contra y dos abstenciones, un informe del secretario general, José Luis Centella, que incluye el respaldo expreso a la posición federal de IU sobre la crisis en Extremadura: votar en contra del candidato del PP, José Antonio Monago, como primer paso para favorecer un Gobierno del socialista Guillermo Fernández Vara.
El PCE desautoriza así, aunque sin mencionarla explícitamente, a la dirección del partido en esa comunidad, que se había mostrado partidaria de obedecer a la militancia de IU; en la práctica, partidaria de abstenerse en la investidura y dar la presidencia a Monago.
El informe aprobado ayer aporta su grano de arena a los intentos de la dirección federal de IU para convencer in extremis a sus tres diputados electos en Extremadura de que rectifiquen y permitan que el PSOE siga gobernando la Junta. "No se ha aprobado una resolución sobre la situación en Extremadura. Pero sí es cierto que el informe recoge el respaldo del partido a la posición de la Presidencia de IU manifestada el pasado martes", explicó Centella a este periodico. Esa resolución de IU exigía a sus parlamentarios que voten "en contra" de Monago para no hundir electoralmente a IU en el resto de España.
Los tres diputados, sin embargo, han asegurado que no van a cambiar de opinión: se abstendrán porque así lo han decidido su militancia y sus órganos regionales de dirección.
Último recurso
Si la presión del PCE no da resultado, a IU federal aún le quedará un último recurso: varios dirigentes próximos al coordinador, Cayo Lara, se reunirán el jueves con el coordinador extremeño, Pedro Escobar, y le exigirán que dé marcha atrás. Si no lo logran, es probable que se inicie un proceso de sanciones que podría implicar la ruptura con la federación extremeña.
El expresidente extremeño, Juan Carlos Rodríguez Ibarra, al que IU responsabiliza en buena parte de las malas relaciones entre ambas formaciones, declaró ayer al diario Hoy que "socialistas y comunistas son enemigos acérrimos" en Extremadura, que son "rivales" porque ofrecen el "mismo producto". "Esto al final es un mercado electoral, IU y nosotros vendemos tomates y el PP vende pepinos, somos rivales porque vendemos el mismo producto y no tiene ninguna solución, nadie beneficia a la competencia; tendrán que pasar un par de generaciones para que se olvide todo", afirmó.
