Los Mossos toman la plaza de Catalunya para expulsar a los indignados
La división de los indignados en Barcelona llegó ayer a su punto máximo. Un grupo de los acampados en la plaza de Catalunya se negó a abandonarla a pesar de que el martes seis representantes de la asamblea del Movimiento 15-M pactaron con el Ayuntamiento la retirada de la plaza. A cambio se permitiría un punto de información permanente. Pasadas las dos de la madrugada, un fuerte despliegue de los Mossos d'Esquadra y Guardia Urbana sitió la plaza para expulsar a los indignados. A esa hora, en la plaza permanecían unas 20 personas.
El Consistorio barcelonés dispuso ayer dos camiones para ayudar a la limpieza. Pocas tiendas fueron desmontadas. El consejero de Interior de la Generalitat, Felip Puig, dijo ayer en una entrevista en Catalunya Radio que el Ayuntamiento ya les solicitó ayuda para desmantelar la plaza, aunque primero buscarán agotar la vía del diálogo.