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La ACA investiga un posible vertido de crudo en el Francolí

La agencia analiza muestras de una sustancia negra aparecida en el río

¿Lodo o derivado del hidrocarburo? La Agencia Catalana del Agua (ACA) investiga si la sustancia negra y pegajosa que apareció ayer en el tramo final del río Francolí (Tarragonès) proviene de un vertido de crudo originado por las empresas petroquímicas de la zona. "No sabemos qué es, aún no podemos descartar nada", señaló la agencia después de que el Puerto de Tarragona asegurara en un comunicado que se trata de simple barro "propio del ecosistema de la zona". "No lo podemos confirmar", insistió la ACA. Técnicos de la agencia tomaron muestras de la sustancia para analizarla y prevén conocer los resultados hoy. "Solo podemos garantizar que no ha habido mortalidad de peces", subrayó el organismo.

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La mancha, que posee una textura similar al barro aunque es más viscosa, inquietó a vecinos y entidades ecologistas, que temen un nuevo vertido de crudo en la zona que acoge el mayor polígono petroquímico del sur de Europa. "No parece muy normal que el lodo se convierta en una pasta casi sólida y convierta el agua en algo pegajoso", señaló con recelo un portavoz la entidad ecologista Mediterrània, que fue la primera en alertar de los hechos. La organización denunció un vertido ilegal de unos 100.000 litros de hidrocarburos aunque después admitió que podría tratarse de una sustancia de origen natural. "Pero no deja de ser sorprendente", destacó.

El Puerto, por su parte, descartó que la sustancia fuera un derivado del hidrocarburo pero achacó esa conclusión a "técnicos del Departamento de Medio Ambiente". "Es lodo aparecido por una fuerte bajada de la marea y en ningún caso se trata de hidrocarburos", señaló. La Generalitat no halló ninguna anomalía en las instalaciones cercanas al río, pero emplazó a conocer los resultados del análisis antes de descartar la posibilidad de un vertido de crudo.

El litoral tarraconense, pegado al mayor complejo petroquímico del país, ha sufrido una veintena de vertidos graves en la última década. A principios de año, la Generalitat reclamó mayores inversiones en seguridad a las empresas tras registrar cuatro fugas en tres meses.

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