Irregular Bruckner de Barenboim en el Galicia Classics
La Staatskapelle Berlin, dirigida por su titular, Daniel Barenboim, interpretó el viernes en el Auditorio de Galicia de Santiago un concierto con las dos primeras sinfonías de Anton Bruckner en programa. Tras su reciente ciclo berlinés con las últimas sinfonías de este compositor, el concierto fue, sin duda, una excelente ocasión para un primer ensayo frente al público antes de la integral sinfónica del austriaco programada en nueve conciertos para el próximo curso.
El rendimiento en Santiago fue bastante irregular, con una Primera mucho mejor interpretada que la Segunda. También se apreció una notable diferencia de calidad entre sus secciones de cuerda y las de viento. Aquellas se producen con un sonido redondo y de hermosa variedad: poderoso o incisivo, aterciopelado y sedoso; mientras las maderas no pasan de correctas con solos más bien anodinos de sus principales, con la única posible excepción, por su fraseo, del clarinete.
Las trompas destacan entre unos metales que provocaron desajustes en varias entradas de ambas sinfonías y el solista de trompeta, con tres notas pifiadas en apenas una semifrase del cuarto movimiento de la Segunda, no da la talla de una orquesta con la fama de la Staatskapelle Berlin. La versión de esta obra estuvo más y mejor trabajada que la de la anterior. Barenboim siempre dice que "cuando la orquesta respira junta, eso es labor del director". Ojalá lo logre en ambas obras antes de iniciar su ciclo en Berlín.
