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Supervivencia se escribe con K

- La tele de Vallecas precisa 500 suscriptores para asegurar su continuidad - La ley que le impide emitir publicidad ahoga al canal sin ánimo de lucro

Una mosca con un salvavidas encabeza desde hace una semana todas las emisiones de Tele K, la televisión local de Vallecas. Un flotador virtual y una dirección web (www.sostelek.es) alertan de la situación de la emisora que apela a los amigos, los vecinos y la audiencia para evitar el cierre que planea sobre las instalaciones amarillas de la calle Río Orinoco.

Tele K necesita asegurar una aportación anual de 30.000 euros, la mitad de su presupuesto, para garantizar la continuidad de las emisiones, según informó el jueves Francisco Pérez, director y uno de los fundadores de la cadena. "La mala noticia es que la situación es insostenible desde el punto de vista económico. La buena es que tenemos la solución, que pasa por recurrir a los usuarios de Tele K". La emisora precisa de, al menos, 500 socios que se comprometan a pagar 60 euros al año, 5 euros al mes, menos de dos céntimos al día, para que la televisión siga siendo una puerta abierta "de Vallecas al mundo", como la define el periodista. Solo el housing (alojamiento de los servidores para poder emitir) cuesta 4.000 euros.

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La ley que el año pasado sacó a la cadena del limbo legal también la ha condenado. El real decreto de "prestación de los servicios de comunicación audiovisual comunitarios sin ánimo de lucro" obliga a la Comunidad de Madrid a conceder una licencia de TDT a las televisiones de proximidad fundadas antes de 1995. Sin embargo, no les permite emitir publicidad, lo que las asfixia económicamente.

La crisis de 1993 motivó el nacimiento del canal para "fomentar la formación ocupacional y dar respuesta al boom del desempleo" -que en ese año alcanzaba casi el 24%-, explica Pérez. Ahora, es la crisis la que desafía la continuidad de la televisión ya que, a la nueva norma, se suma la pérdida de algunas aportaciones de dinero como la que hacía el Rayo Vallecano, desde junio en concurso de acreedores.

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Los 18 años de andadura de Tele K pueden hilarse como una cadena de medios prestados, favores y voluntariado. "Hicimos unos bonos de ayuda que costaban 5.000 pesetas para poder comprar el transmisor que valía medio millón (3.000 euros). Las cámaras y los equipos nos los dejaron y como no teníamos local emitíamos desde la trastienda de una tienda de electrodomésticos", recuerda Francisco Pérez.

El 3 de mayo de 1993 Juanjo Iglesias, todavía hoy presentador de la cadena, condujo la primera emisión de Tele K. "Salía corriendo del Ministerio de Trabajo para llegar a tiempo al informativo. Al principio éramos un grupo de amiguetes con muchas ganas y ahora todo es más profesional", apunta Iglesias.

Ana Tejeiro y Carlos Antonio Sánchez son estudiantes de la Universidad Rey Juan Carlos. Llevan casi dos meses haciendo prácticas en la emisora. Confirman que el canal de Vallecas amplía la oferta con una programación "muy social" que presta atención a las manifestaciones, los desalojos y las actividades del barrio como las fiestas de la Karmela del fin de semana pasado. "Hice prácticas en otra empresa y contaba las horas para irme, aquí es diferente, te dan más libertad para hacer cosas y te sientes parte del proceso", indica Carlos Guerrero, otro de los estudiantes en prácticas.

El canal cuenta además con una Escuela Audiovisual por la que pasan más de 100 alumnos cada año. Uno de los dos técnicos que se encargan del mantenimiento de la cadena, José Luis Alonso, fue alumno de la escuela. De ahí que Pérez tilde a Tele K como "una emisora que forma y una escuela que emite".

Una audiencia estimada de unas 20.000 personas y programas veteranos como La Agenda Oculta o La Tuerka son algunos de los avales de este canal "necesario para mantener la pluralidad informativa", según sus fundadores.

Juan Margallo, Luis Montes o Pilar Manjón son algunas de las personas que ya se han suscrito a Tele K. El cantante del grupo SKA-P, Joxemi Redin, también se ha apuntado a la iniciativa. "Tele K siempre nos apoyó cuando íbamos a tocar por los bares de Vallecas, ahora nos toca a nosotros", afirma Redin. El director se muestra confiado en conseguir los 500 socios: "Con que se apuntara un pequeño porcentaje de las 4.000 personas que en 2005 se manifestaron contra la concesión de licencias de TDT del Gobierno de Esperanza Aguirre, nos valdría".

¿Si el cierre gana la batalla? Iglesias expresa su preocupación por la desaparición del canal mientras que Pérez, que dejó su trabajo en un banco para dedicarse al proyecto, responde: "Me daría mucha pena, pero aún así me iría satisfecho de lo que hemos conseguido".

Estudiantes hacen prácticas en las instalaciones de Tele K, la televisión local de Vallecas.
Estudiantes hacen prácticas en las instalaciones de Tele K, la televisión local de Vallecas.SAMUEL SÁNCHEZ

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