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Fabra pretende abrir una "nueva etapa" sin renunciar a la herencia de Camps

El nuevo presidente valenciano anuncia continuidad y pide diálogo a la oposición

Acudió a las Cortes valencianas junto al presidente dimisionario, Francisco Camps, que solo se quedó a escuchar su discurso y volvió a última hora de la tarde para la votación. También le acompañaban la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, y otros dirigentes. Alberto Fabra, hasta ahora alcalde de Castellón, fue elegido ayer nuevo presidente de la Generalitat valenciana con los 55 votos del PP. El ya presidente elogió a Camps, dimitido por su procesamiento en un caso de corrupción, a quien definió como "un valenciano valiente, honesto y honrado", reclamó la legitimidad de su elección porque fue cabeza de lista por Castellón y cuenta con el aval del mayor grupo parlamentario valenciano, hizo suyos los principios de gobierno que han inspirado a Camps y se comprometió a mantener "un proyecto político que sabe lo que busca y lo que quiere, que tiene una dirección fijada". Pero también habló de "una nueva etapa" que exige responsabilidad y compromiso, en la que hizo reiteradas peticiones de consenso y diálogo a la oposición.

"Cambie de época, sea valiente", le espetó Jorge Alarte, el líder socialista
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Poco brillante parlamentariamente, Fabra anunció, dentro de la política de austeridad, un "nuevo plan de ajuste" de 700 millones de euros (Camps hace un mes planteó un recorte de 1.150 millones), se comprometió a crear una corporación pública empresarial valenciana donde racionalizar las entidades y empresas de la Generalitat (Camps había anunciado la constitución de dos grupos empresariales), y poco más. Bajo el fuego graneado de la oposición, pareció por momentos que Fabra tendrá problemas para deshacerse del lastre de Camps y solo encontrará su fuerza en una concertación y diálogo con la oposición a los que acude muy condicionado. Así lo destacó el líder socialista, Jorge Alarte, cuando señaló: "No sé si es que no quiere o que no le dejan. No sé si es que la tutela del señor Camps es tan grande que ha venido aquí a escucharle para que usted no se desviara, hablara poco y se dedicara a hablar bien de él". "Cambie de época. Sea valiente y hable como nuevo presidente de la Generalitat y no como un mal defensor del señor Camps", le espetó Alarte, que le invitó a reconocer la "excepcionalidad democrática" que vive la Comunidad Valenciana.

Los otros dos grupos de la oposición, la Coalició Compromís y Esquerra Unida del País Valencià, insistieron en esa línea y afearon a Fabra que no se comprometiera, más allá de declarar su voluntad de "actuar siempre con la máxima transparencia", en acciones como entregar los contratos de la Generalitat con la trama Gürtel. Por su parte, Esteban González Pons, vicesecretario de Comunicación del PP, que asistió al pleno, elogió "la naturalidad con la que se produce el cambio" de Camps a Fabra, hasta el punto de que podría hablarse, dijo, de "una transición".

El nuevo presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra (izquierda), abraza a su antecesor, Francisco Camps, tras ser investido.
El nuevo presidente de la Generalitat valenciana, Alberto Fabra (izquierda), abraza a su antecesor, Francisco Camps, tras ser investido.JORDI VICENT
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