_
_
_
_
_

Testigos del pillaje

Mare Street, corazón comercial de Hackney, es hoy un frente abierto. Cientos de antidisturbios impiden el paso formando sucesivas cadenas. En un escenario surreal, docenas de curiosos toman fotos con sus móviles, mientras al otro lado de la barrera policial grupos de jóvenes queman automóviles y contenedores.

De vez en cuando la policía sale de su aparente estupor y carga con poca convicción contra los jóvenes que, como si fuera un juego, corren siempre con varios metros de ventaja para detenerse un poco más adelante. Entre carga y carga, los jóvenes aprovechan el caos para romper la puerta de una tienda de licores y salir cargados con cajas de cerveza.

El número de agentes parece mayor, pero se mantienen en la distancia en una estrategia consistente en acordonar las calles y empujar (sin tocarlos) a los jóvenes a otras calles.

Únete a EL PAÍS para seguir toda la actualidad y leer sin límites.
Suscríbete

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_