Bildu insiste con los guiños a ETA al denunciar la represión a los presos
Las víctimas del terrorismo plantan al alcalde de San Sebastián
El alcalde de San Sebastián, Juan Karlos Izagirre, de Bildu, denunció ayer, sin pruebas, la supuesta "represión" que sufren los presos de ETA. Y vio cómo los colectivos que agrupan a familiares de las víctimas de la banda se rebelaron contra él. Estas asociaciones despreciaron la invitación que el alcalde les cursó para asistir a una recepción-asamblea junto con otras asociaciones relacionadas con los derechos humanos. "No vamos porque ni Bildu ni Izagirre han condenado todavía ninguno de los atentados de ETA", afirmó Caty Romero, del Colectivo de Víctimas del Terrorismo (Covite), una de las organizaciones invitadas, al igual que la Fundación Gregorio Ordóñez, que también se ausentó porque la coalición abertzale "tampoco ha exigido a la banda su disolución". Sin embargo, la agrupación de familiares de presos etarras Etxerat acudió con cuatro representantes.
El plante de las víctimas se dio en plena polémica por las muestras de cercanía que dirigentes de Bildu están mostrando con los presos terroristas y el desdén con el que tratan a sus víctimas. Romero se mostró "muy ofendida" por la decisión del alcalde donostiarra de "querer reunir en un mismo acto a víctimas de ETA con Etxerat y familiares de los asesinos". Un portavoz de la Fundación Gregorio Ordóñez denunció la "hipocresía" de un alcalde que "se dedica a hacer falsos gestos de cercanía a las víctimas". Y aseguró que la invitación al acto se fue "a la papelera".
Izagirre abrió la recepción con un breve discurso en el que hizo un llamamiento a "cerrar las heridas abiertas entre todos". "Porque aquí no sobra nadie", dijo. "Este Ayuntamiento tiene las puertas y los brazos abiertos a todos". Pero horas antes, en declaraciones a Catalunya Radio, reclamó al Gobierno la legalización de Sortu y poner fin a "las medidas represoras contra los presos".
El Ayuntamiento que preside Izagirre se vio ayer envuelto en otra polémica al aparecer la bandera española sujeta al mástil sin que fuera visible desde la calle. Un portavoz municipal aseguró que la enseña se enrolló por sí sola, sin manipulación alguna, como habían denunciado el PSE y el PP. Un técnico se encargó de soltarla para hacerla ondear en la fachada del edificio. Además, Izagirre se comprometió a través de una nota a reparar y restablecer el monolito en memoria de Fernando Múgica, asesinado por ETA en 1996, que ha quedado prácticamente destruido tras un ataque reciente.