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La "prepotencia electoral" de Arenas

Lourdes Lucio

Diálogo sí, pero no "desde la prepotencia electoral". De este modo contestó ayer la consejera de la Presidencia, Mar Moreno, a la oferta del presidente del PP, Javier Arenas, al socialista José Antonio Griñán de pactar los presupuestos de la comunidad para 2012 porque "ahora hay que ayudar y amarrarnos todos para no caer en el precipicio". El dirigente popular extendió este ofrecimiento de acuerdo a otras materias, cuando apenas si quedan cuatro meses para la celebración de las elecciones generales, y ocho para las autonómicas y en los tres años y medio de legislatura los grandes acuerdos no se han producido. Únicamente hubo un acercamiento cuando el presidente de la Junta planteó dejar al margen de la contienda política al sistema financiero andaluz con el objetivo de crear una gran caja de ahorro andaluza. Este meta se derrumbó porque cada caja hizo lo que consideró más conveniente para sus intereses y sus intereses lo encontraron fuera de la comunidad autónoma.

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La portavoz del Gobierno andaluz se mostró sorprendida con el mensaje del líder de la oposición de pactar las cuentas de la Junta del próximo ejercicio que, según dijo, "nace de la prepotencia porque cree que va a ganar" en la próxima convocatoria electoral.

Moreno afeó los gestos de Javier Arenas porque se muestra como "como si fuera presidente: él quiere poner la fecha de las elecciones, aprobar los presupuestos a su gusto; lo único que le falta es pedir en septiembre un despacho en el palacio de San Telmo", ironizó.

La consejera de la Presidencia aconsejó al popular que "se modere un poco, tenga paciencia democrática y deje a un lado esa prepotencia electoral que le está caracterizando en los últimos meses".

Moreno evitó pronunciarse sobre la repercusión que puede tener en los presupuestos de la comunidad el decreto que prepara el Gobierno central para ajustar el déficit. La Junta no conoce su contenido, admitió, aunque confía en poder compatibilizar las políticas de austeridad a las que les obliga Madrid y Bruselas con el mantenimiento de las prestaciones sociales y las políticas de empleo. Esta línea la contrapuso con las "recetas" que las comunidades gobernadas por el PP están aplicando y que, según ella, "no sirven para mucho".

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