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Gallardón evita abanderar Madrid 2020 como hizo en los otros intentos

El alcalde cede la dirección del proyecto olímpico al presidente del COE

Hace 15 años, Alberto Ruiz-Gallardón se ilusionó con un "proyecto fascinante", y logró convencer al líder socialista en la oposición, Jaime Lissavetzky, y a Izquierda Unida para que arrimasen el hombro. Juntos iban a convertir a Madrid en sede olímpica. La cosa no prosperó, fundamentalmente porque por entonces Gallardón no era alcalde sino presidente autonómico, y el regidor, José María Álvarez del Manzano, no estaba por la labor.

Gallardón tardó tres años en contagiarle su fervor, y en 2000, con la promesa de que como líder regional costearía un tercio de los gastos, Madrid inició una carrera que debía terminar en 2012 pero aún sigue en marcha. Entre tanto, Gallardón ha tenido tiempo para ganar en tres ocasiones la Alcaldía y pilotar en cuerpo y alma dos candidaturas olímpicas. Pero para la tercera, "la definitiva", como él mismo la califica, ha decidido dar un paso a un lado.

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Tras poner en marcha Madrid 2020 el pasado junio, ayer comunicó que dejaba el timón en manos del presidente del Comité Olímpico Español, Alejandro Blanco. Según adujo, para que el mundo del deporte y no el de la política liderasen el proyecto, tal y como hicieron -con éxito y en detrimento de Madrid-, Londres 2012 y Río 2016.

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Pero también es cierto que el organizador de los Juegos de 2020 se conocerá el 7 de septiembre de 2013 en Buenos Aires, y queda por ver si por entonces Gallardón seguirá siendo alcalde.

"No tengo ninguna otra idea política que ser alcalde de Madrid", reiteró ayer. Pero el próximo 20 de noviembre se celebran elecciones generales, y el líder del Partido Popular, Mariano Rajoy, podría incluirle en su lista para el Congreso, como él ambicionó en 2007 abiertamente.

Eso no le obligaría a dejar la alcaldía, a menos que el siguiente paso fuera, en caso de ganar las elecciones, formar parte del Gobierno. Pero sí es en todo caso una mudanza política que afectaría a la candidatura olímpica. Colocar a Blanco al frente evitará en parte esas turbulencias, siempre y cuando la ilusión olímpica en el Ayuntamiento sobreviviera a su marcha. Y en caso contrario, aliviaría esa herencia impuesta.

Blanco presidirá la sociedad Madrid 2020, que "se responsabiliza de la candidatura y anteriormente dirigía el alcalde", según explicó Gallardón. "Él conformará el equipo que elabore el dossier y defienda la candidatura. Y él elegiría quién le acompaña en este reto apasionante", añadió.

El propio Blanco está encantado con este "trabajo ilusionante", según explicó en una entrevista telefónica a este periódico. Juan Antonio Samaranch, hijo, miembro del Comité Olímpico Internacional, lo considera "una muy buena noticia". "El alcalde habrá consultado, y me consta que lo ha hecho, con toda la gente que tenía que consultar, por lo que esta elección nos llena de esperanza", le dijo ayer a Efe. Y la presidenta regional, Esperanza Aguirre, lo ve "estupendamente bien".

En el Ayuntamiento, Jaime Lissavetzky, líder de la oposición, respeta la decisión y desea suerte a Blanco, del que espera un proyecto austero y ganador. El líder de UPyD, David Ortega, lo considera un tema dentro del ámbito de decisión del alcalde "pero que llama la atención". E Izquierda Unida lo desdeña como "irrelevante frente a los verdaderos problemas de los ciudadanos".

Sobre su futuro político, Gallardón aportó ayer una pieza más. Frente al rechazo socialista a que un alcalde pueda ser al mismo tiempo diputado, expresado por el candidato del PSOE a las elecciones generales, Alfredo Pérez Rubalcaba, el regidor afirmó: "Es bueno que haya una presencia significativa de representantes municipales en el Senado y en el Congreso para transmitir su sensibilidad. Por ejemplo, ante situaciones de discriminación como la que sufren los municipios ante Comunidades y Estado en materia de financiación. Es una discriminación aprobada en las Cortes, donde hay mucha representación de las Comunidades. Una fuerte representación municipal igual puede acabar con esto".

Blanco y Gallardón, mostraban en 2009 su mano como símbolo de la candidatura de Madrid 2016.
Blanco y Gallardón, mostraban en 2009 su mano como símbolo de la candidatura de Madrid 2016.GORKA LEJARCEGI

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