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Pugna en el sector energético

La CNE declina examinar la alianza entre Sacyr y Pemex en Repsol

La Comisión de la Energía considera que Gas Natural no forma parte del grupo

Miguel Jiménez

La Comisión Nacional de la Energía (CNE) declinó ayer exigir a la petrolera estatal mexicana Pemex que presente una solicitud de autorización para el aumento de su participación en Repsol y su alianza con Sacyr. El organismo presidido por Alberto Lafuente tomó la decisión con la oposición de algunos miembros de su consejo. Ante la toma de una influencia significativa por parte de una petrolera estatal de un país no comunitario en la mayor empresa energética española, la CNE justifica su inhibición en que Gas Natural no forma parte del grupo Repsol.

Gas Natural ejerce actividades reguladas (el ámbito donde se hace necesaria la autorización) y está controlada de forma conjunta por La Caixa y Repsol, que la consolida en sus cuentas. Sin embargo, la CNE estima que dichas actividades no resultan imputables como propias a la petrolera "por cuanto Repsol y Gas Natural Fenosa no forman parte, en sentido estricto, del mismo grupo empresarial". La CNE considera que debe haber una relación de dependencia específica y cualificada y que no basta con que Repsol controle Gas Natural de forma conjunta con La Caixa.

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La decisión de la CNE era la previsible no solo porque sigue precedentes del organismo sino también por la cercanía de varios de sus consejeros al ministro de Industria, Miguel Sebastián, al que diversas fuentes señalan como muy favorable a la operación.

La decisión de la CNE deja la situación en el punto de enfrentamiento en que quedó la víspera, cuando el consejo de Repsol cerró filas con su presidente, Antonio Brufau, frente a Sacyr y Pemex, pidió por mayoría abrumadora que ambos dejasen sin efecto su alianza y preparó el terreno para la posible expulsión de los representantes de ambas del órgano de administración mediante un cambio de su reglamento.

Otra modificación del reglamento persigue blindar a Repsol frente al posible interés de los dos socios en aprovecharse de la compañía. En la petrolera española saltaron las alarmas con el informe en el que Pemex decía que había llegado el momento de "capturar beneficios concretos" en Repsol, gracias a que su alianza le permitiría "ejercer influencia suficiente para incidir en decisiones estratégicas". Entre las oportunidades que, según su análisis, se le abrían con el aumento de participación, Pemex citaba el acceso a la tecnología de exploración y producción de Repsol o el desvío de flujos de crudo hacia sus refinerías.

Ante dicha amenaza, el consejo de Repsol ha cambiado su reglamento en lo que se refiere a operaciones vinculadas, esto es, que se realicen con consejeros o accionistas representados en el consejo. Cuando esas operaciones tengan por objeto activos estratégicos de la sociedad, "impliquen transferencia de tecnología relevante" o se dirijan a establecer alianzas estratégicas, deberá encargarse un estudio a un experto independiente y otro a la Comisión de Nombramientos y Retribuciones. Pero, además, la operación tendrá que ser aprobada por la junta de accionistas sin que cuenten las acciones vinculadas al consejero o accionista implicado en la transacción.

Pemex y Sacyr son conscientes de que tienen la batalla perdida en el consejo de Repsol, así que preparan su artillería legal para acudir a los tribunales y tratarán también de hacer valer su participación cercana al 30% en la junta de accionistas.

En esa estrategia de enfrentamiento, sin embargo, Luis del Rivero debe cuidar su retaguardia. Hoy se reúne de nuevo el consejo de Sacyr, en el que la oposición de algunos de sus principales accionistas (Juan Abelló y Demetrio Carceller) a la estrategia seguida en Repsol es evidente.

Alberto Lafuente, presidente de la CNE, y Miguel Sebastián, ministro de Industria.
Alberto Lafuente, presidente de la CNE, y Miguel Sebastián, ministro de Industria.GORKA LEJARCEGI

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Sobre la firma

Miguel Jiménez
Corresponsal jefe de EL PAÍS en Estados Unidos. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactor jefe de Economía y Negocios, subdirector y director adjunto y en el diario económico Cinco Días, del que fue director.
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