"¿Hay aquí un juez o un abogado?"
La polémica actuación policial del jueves tuvo como escenario el bar de la Ciudad de la Justicia, en el sótano de las instalaciones. Seis de los nueve indignados que habían acudido de forma voluntaria al juzgado de guardia decidieron esperar allí la respuesta de la Audiencia Nacional. Pero no pudieron regresar a casa por su propio pie. A la hora de comer, 50 agentes antidisturbios irrumpieron en el local para sorpresa del personal y de los comensales.
Fue una operación rápida y sin apenas incidentes. Los indignados permanecían sentados alrededor de unas de las primeras mesas del local, decorado con fotografías de la espléndida Ciudad de la Justicia. Los primeros mossos que llegaron separaron un par de sillas y, en muy poco tiempo, los indignados estaban rodeados y sin posibilidad de reacción. Solo uno de ellos opuso cierta resistencia, más verbal que física. Los antidisturbios se lo llevaron en volandas y lo trasladaron, junto a los otros jóvenes, al Auditorio, situado en un edificio anexo a la cafetería. Desde allí, más tarde, fueron esposados y sacados a la calle.
El único joven que se resistió ya había sido detenido los días previos por los Mossos y tenía una citación para acudir a declarar ante la Audiencia Nacional ese mismo jueves. "¡Lo estáis viendo compañeros! ¿Hay aquí un juez o un abogado?". Pese a hallarse en el lugar idóneo para que su demanda fuese atendida, nadie respondió.
De los 22 imputados por los hechos del Parlament -que obligaron al presidente de la Generalitat, Artur Mas, a llegar al hemiciclo en helicóptero- está previsto que 17 declaren hoy ante la Audiencia Nacional. Los tres primeros en hacerlo señalaron el viernes que en ningún momento pretendieron "ejercer la violencia, coaccionar o intimidar" a los diputados.
