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El final de la violencia etarra

Rubalcaba pide que la nueva situación de ETA se aborde tras las elecciones

El PSOE considera que el cese de la violencia no tendrá traducción electoral, aunque ha subido la moral y el orgullo a cuadros y afiliados

Anabel Díez

Sectores conservadores -que no el líder del PP, Mariano Rajoy- mantienen que el PSOE utilizará el cese del terrorismo para poner en valor que su candidato, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha sido uno de los principales artífices de ese acontecimiento. Sin embargo, en el entorno de este aseguran que el asunto no formará parte esencial de su campaña. Sí admiten que alguna vez hará alusiones a la necesidad de que se mantenga la unidad de los demócratas para la etapa que vendrá, siempre recordando a las víctimas.

Hoy Rubalcaba hablará sin ambages en San Sebastián, junto al presidente del Gobierno vasco, Patxi López. Pero lo hará más como homenaje a los socialistas vascos que como reivindicación propia. "No sería entendido que tratáramos de utilizar un hecho así, cuando Rubalcaba siempre ha pedido que no se utilice el terrorismo en la lucha política", señalan en su entorno. Y aseguran que "si el cese definitivo de la violencia tuviera impacto electoral, sería mínimo", por cuanto la sociedad vive sin atentados desde hace más de dos años y ha calado en ella que ETA estaba en el final.

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Ahora bien, no ocultan en el comité de campaña del PSOE que el anuncio de ETA es motivo de "orgullo" para muchos socialistas, cuadros medios, militantes en general y electores de izquierda. "Ante tanta adversidad para el Gobierno, esto ha salido bien, y aunque es mérito de mucha gente, de muchos actores, ha ocurrido en tiempo del Gobierno de Zapatero y Rubalcaba ha sido el ministro del Interior", reconocen los interlocutores consultados. Han sido años de "mucho sufrimiento" y de durísimos reveses, como ocurrió con la frustrada tregua que terminó con el atentado de la Terminal 4 del aeropuerto de Barajas, en diciembre de 2006. "El fin de ETA es una inyección de moral para mucha gente, también para los socialistas, sube el ánimo", señalan en el entorno del candidato.

Pero Rubalcaba no lo utilizará, insisten. Y una muestra de ello la dio ayer en su visita electoral a la planta Ford de Almussafes, en Valencia. Al ser preguntado sobre si había que abordar la situación penitenciaria de los presos de ETA, antes de que el periodista terminara su exposición, negó con la cabeza. "Todas esas preguntas hay que abordarlas después de las elecciones, ahora no hay que mezclarlo. Después, con un nuevo Gobierno, un nuevo Parlamento, entonces tendremos que hablar primero entre nosotros, entre los partidos", dijo. La coordinación con el Gobierno en este caso ha sido evidente, como muestran las palabras que dio un par de horas después el ministro portavoz, José Blanco, tras la reunión del Consejo de Ministros. "Le va a corresponder al nuevo Gobierno afrontar la situación derivada del anuncio [de ETA]". Blanco insistió en la necesidad de mantener la unidad política.

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Todavía ayer, la emoción primaba en el Gobierno y en su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, según personas que hablaron con él. Rubalcaba reconoció en la Cadena SER que con tantos recuerdos y vivencias dolorosas había llorado mucho. Los últimos párrafos del texto que escribió para valorar el comunicado de ETA no los pudo leer.

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Sobre la firma

Anabel Díez
Es informadora política y parlamentaria en EL PAÍS desde hace tres décadas, con un paso previo en Radio El País. Es premio Carandell y Josefina Carabias a la cronista parlamentaria que otorgan el Senado y el Congreso, respectivamente. Es presidenta de Asociación de Periodistas Parlamentarios (APP).
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