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El PP alega que Sanidade cobrará por la tarjeta porque se pierden 100.000 al año

Sin explicación ni debate previo, la Xunta ha decidido cobrar a partir de enero 10 euros por la renovación de la tarjeta sanitaria. La medida figura en la ley de acompañamiento de los presupuestos, ha motivado una reprimenda del Consello Económico e Social, que la califica como un error que debe subsanarse y ha movido a la oposición a denunciar la introducción de un primer "copago" en este servicio público universal. El diputado popular, Miguel Santalices, terció ayer en el debate para explicar su postura. Defiende que el cobro de los 10 euros busca "poner en valor la tarjeta para que los usuarios se preocupen de su conservación" porque cada año se pierden 100.000. Obvió que también quien la renueve tendrá que pagar. Si esos datos son ciertos, la Xunta ingresará en cada ejercicio un millón de euros por este concepto, además de lo que recaude por quienes renueven las caducadas.

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La oposición lanzó ayer también sus ataques al proyecto de Presupuestos para 2012. Los socialistas lamentaron que las cuentas públicas consoliden una deuda de 8.000 millones el año próximo, a los que habría que sumar el coste de la financiación público-privada. El BNG también censuró el endeudamiento y calificó el Presupuesto del año próximo como "un fracaso en los ámbitos laboral, económico, social y cultural" por la persistencia del PP "en recortar en proyectos vitales", lamentó la vicepresidenta del Parlamento Carme Adán. Criticó además que mientras renuncia a subir el IRPF contemple un aumento de ingresos por tasas de 103 millones de euros.

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