La banca portuguesa teme una nacionalización encubierta
Los principales banqueros portugueses acusan ante Bruselas al Gobierno del conservador Pedro Passos Coelho de pretender una nacionalización "encubierta" de la banca lusa. La acusación viaja en forma de carta, enviada al comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Olli Rehn, por la Asociación Portuguesa de Bancos y hecha pública ayer por el Diário Económico. En ella, se previene a las autoridades europeas sobre las condiciones que el Gobierno portugués impondrá a los bancos portugueses que quieran recapitalizarse -una necesidad apremiante para la banca portuguesa- gracias a los 12.000 millones provenientes de una parte del rescate de la troika acordado en mayo entre Portugal y el FMI, el BCE y la UE por un total de 78.000 millones.
El Gobierno portugués ya ha advertido -por medio de un proyecto de ley que se discutirá próximamente en el Congreso- que los bancos que pidan este dinero deberán cumplir varios requisitos, entre los que se cuenta uno especialmente criticado por los banqueros: durante tres años, el Estado será accionista silencioso -el término es de Passos Coelho- de estos bancos "rescatados"; pero si tras esos tres años el Estado no ha recuperado el dinero prestado, pasará a asumir todos los derechos que puede como accionista. Y obligará, entre otras prerrogativas, a aumentar los créditos a familias y pequeñas y mediadas empresas, a reducir costos y a controlar los salarios de los gestores, según Diário Económico. Esta publicación, citando una fuente bancaria portuguesa, añadía que los bancos portugueses no están en condiciones de devolver el dinero prestado en tres años, con lo que la denominada "nacionalización", se producirá de facto.
