Un hombre decapita a su hija de 18 meses en Girona

Un hombre acabó con la vida de su hija de 18 meses ayer en Girona. Marcelo R., colombiano de 36 años, decapitó presuntamente a la niña con un cuchillo de cocina en el piso donde vivían, según fuentes de la investigación. Una hermana de la víctima, de siete años, se encontraba dentro de la casa en el momento del crimen, aunque no resultó herida. Fue el padre el que llamó a los servicios de emergencias sobre las 12.15 desde su domicilio. Poco después era detenido por los Mossos d'Esquadra, a los que el presunto asesino dijo que "el diablo" le había pedido que matase a su hija.

La escena en el interior del piso era "dantesca", explicaron fuentes del caso, hasta el punto de que algunos de los presentes se sintieron indispuestos al ver el cuerpo de la pequeña y la cabeza completamente separada de él. Brenda Núñez, vecina de la familia, escuchó al hombre gritar desde el balcón "¡El diablo está aquí!" poco antes de la llegada de los Mossos d'Esquadra a la vivienda, situada en el barrio de Sant Narcís. "Le oí gritar durante un rato y luego se calmó", explicó Núñez. "Le sacaron del piso entre unos seis policías, él iba forcejeando, y luego le pusieron una inyección para que se calmara", dijo la vecina.

Los Mossos d'Esquadra trasladaron al presunto asesino para un reconocimiento médico al hospital psiquiátrico de Santa Caterina, en Salt, y luego lo volvieron a llevar al piso para reconstruir el crimen. Se encontraron la calle repleta de vecinos, que observaban pasmados el trajín de Mossos y Policía Científica, conmocionados por la crudeza del crimen. Cuando el presunto asesino salía de la vivienda, vestido todavía con la parte de arriba de un pijama y un pantalón chándal de color blanco, algunas personas comenzaron a increparle e insultarle. Poco después, a las 13.30, la comitiva judicial levantó el cadáver.

El hombre vivía con sus dos hijas y su mujer, también colombiana, que no se encontraba en la vivienda en el momento del suceso, según fuentes de la investigación. La madre trabaja en una mutua sanitaria y estaba en su puesto cuando recibió la noticia. La mujer tuvo que recibir asistencia médica tras sufrir un ataque de nervios. El padre de las niñas está en el paro, según una vecina del mismo bloque de viviendas. "Es él quien cuidaba de las niñas y las iba a buscar al colegio", explicó esta mujer, que prefirió no dar su nombre. La niña mayor acude a un colegio de la zona. La familia llevaba unos dos años viviendo de alquiler en el piso.

La misma vecina que escuchó al padre gritar desde el balcón sostiene que el hombre no estaba en plenas facultades mentales. "Le he visto varias veces salir al balcón desnudo y gritando", afirmó Núñez, que en una ocasión llamó a su marido, asustada, tras observar al hombre gritar desnudo y con la música sonando a todo volumen desde el interior de la casa. "Este hombre no estaba bien", opinó.

El Ayuntamiento de Girona declaró ayer su solidaridad con la madre y la hermana de la víctima y ha convocado un acto para mostrar el rechazo al crimen a las 12.00 de hoy.