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ELECCIONES 2011

Sonrisa forzada en Sabin Etxea

El PNV se mantiene como fuerza más votada de Euskadi y conserva grupo en el Congreso, pero ve confirmada la competencia 'abertzale' por la hegemonía

En el PNV pueden estar satisfechos...a medias. Las elecciones generales han ratificado su condición de partido mayoritario en Euskadi, lo que les ha permitido mantener su grupo propio en el Congreso. Lo contrario hubiera sido un fracaso tras una legislatura plagada de éxitos en Madrid. No es menos cierto, sin embargo, que se han confirmado también sus peores presagios sobre la competencia abertzale por la hegemonía nacionalista. Con menos votos, Amaiur ha logrado más escaños en el Congreso, al igual que Bildu obtuvo más concejales en los pasados comicios municipales de mayo. En Sabin Etxea respiraron el domingo tras salvar la papeleta del 20-N, pero la batalla se antoja cuerpo a cuerpo de cara a las autonómicas de 2013.

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El presidente peneuvista, Iñigo Urkullu, no dudó en presentar los resultados con una sonrisa y como un éxito. Lógico, si se tiene en cuenta que el escenario era el menos favorable para los intereses de su partido. Con una tendencia en España a la dicotomía del voto entre PSOE y PP, el escenario vasco sumaba como obstáculo la pujante irrupción del soberanismo abertzale aglutinado en torno a Amaiur. Un tablero de juego en el que se antojaba difícil encontrar hueco propio, pero del que el PNV supo salir como ganador gracias a la fidelidad de su electorado. En realidad, solo lo consiguió en su bastión de Bizkaia, pero fue suficiente para arrojar el mejor balance en el conjunto de Euskadi.

La satisfacción de haber salvado el expediente no puede ocultar, sin embargo, la continuada pérdida de respaldo. Al menos, en lo que a representación institucional se refiere. Si en 2009 los nacionalistas perdieron el Gobierno vasco y el pasado mayo dos de las tres Diputaciones que controlaban, el domingo cedieron presencia en el Congreso. Aunque sirven para mantener el grupo parlamentario propio, cinco diputados suponen uno menos que los obtenidos en 2008 y dos menos que en 2004. De tan negativa trayectoria solo se libra el Senado, donde el PNV ha recuperado peso.

Lo que confirmó la noche electoral es que el poder peneuvista se reduce cada vez más a Bizkaia. Una cuestión que comienza a preocupar en Sabin Etxea, debido al decreciente protagonismo en los otros dos territorios. En Álava quedaron anteayer como cuarta fuerza y en Gipuzkoa salvaron los muebles al superar a los socialistas como segundo partido, en apenas un punto porcentual, y cumplir así con el modesto objetivo que se había fijado el líder territorial del partido, Joseba Egibar.

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Más allá del heterogéneo perfil social de cada provincia, las generales han desacreditado la apuesta de corte soberanista impulsada por el PNV en Gipuzkoa y Álava, lo que ha supuesto, a su vez, un refrendo de la estrategia más moderada seguida en Bizkaia. Una cuestión sobre la que debatió ayer la ejecutiva del partido, reunida en Bilbao. La reflexión se produce en un momento decisivo en las filas peneuvistas, que se encuentran inmersas en el complejo proceso interno para renovar su presidencia, lo que abrirá la puerta a la designación del futuro candidato a lehendakari.

Reforzado en las urnas, el diputado electo por Bizkaia Josu Erkoreka aprovechó ya ayer para pedir al lehendakari, Patxi López, un adelanto de las autonómicas. Será la cita que marcará el devenir del PNV.

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