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Entrevista:JOSÉ MARÍA CASTELLANO y CÉSAR GONZÁLEZ-BUENO

"Si se achatarra el banco, las ayudas del Estado no valdrían nada"

Se han subido al barco en medio de una tormenta planetaria. Con la aristocracia del sistema financiero pidiendo que se desguacen las cajas nacionalizadas, José María Castellano (A Coruña, 1947) y César González-Bueno (Madrid, 1960), presidente y consejero delegado de Novagalicia Banco, intentan enderezar el rumbo de la entidad heredera de la frágil fusión gallega. El Estado ha inyectado 3.600 millones y tiene el 93% del capital. Ellos creen que lo peor sería vender la entidad a un tercero.

Pregunta. Dijeron que los inversores esperaban al 20-N para entrar en Novagalicia Banco.

Respuesta de José María Castellano (JMC). Sí, ahora están a la espera del nuevo Gobierno y hablarán con él para conocer las medidas sobre el sistema financiero.

"Tenemos un 42% de cuota en Galicia. ¿Quién puede decir lo mismo?"
"Hay inversores interesados. Hablarán con el nuevo Gobierno"
"El escándalo de las indemnizaciones millonarias nos ha hecho mucho daño"
"La digestión de activos inmobiliarios está siendo lenta y complicada"
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P. ¿Cambiará la actitud del Gobierno, Banco de España y FROB?

JMC. No lo deseamos. La participación del Estado, con el 93%, nos da seguridad.

P. ¿Les parecería bien que se creara un banco malo para incorporar allí sus activos dañados?

César González-Bueno (CGB). Depende de cómo se haga. En Europa se han creado bancos malos que han ayudado a abrir la espita del crédito y a reforzar la solvencia. Y ahora que los mercados están cerrados es una vía útil.

P. ¿Cuál es la mejor vía?

CGB. Los bancos malos no deben ser una fórmula de trasladar lo peor a la sociedad de forma poco transparente, pero es verdad es que hay activos que tendrán más mercado en el futuro. No tiene sentido que se fuerce la salida al mercado del suelo porque crea una espiral negativa.

P. ¿Cuánto tienen en suelo?

CGB. La parte alícuota que nos corresponde. Informaremos.

P. Su banco es más que cotizado, es del Estado, lo que exige un plus de transparencia...

CGB. La información la daremos como una empresa cotizada, sin dar sorpresas a los mercados.

P. ¿Cómo está siendo la digestión del ladrillo?

CGB. Lenta y complicada.

P. Los bancos que están siendo ayudados por el Estado son cada vez más cuestionados. Se prepara una segunda oleada de fusiones.

JMC. Estamos acostumbrados a remar contracorriente. Estoy haciendo un servicio público a mi país. Gestionaremos bien el banco, que es lo que quieren los accionistas. El FROB confía en nosotros. No tenemos nada escondido debajo de la alfombra, los inversores también lo saben. Tenemos un proyecto distinto de los demás, una región ahorradora y pagadora. Somos distintos.

P. ¿Por qué son distintos de CatalunyaCaixa?

JMC. ¿Quién tiene un 42% de cuota de mercado en Cataluña? ¿Quién tiene una mora del 1,7% en las familias?

P. La mora familiar es baja en general. El problema es lo demás, ¿no?

JMC. Esa es la digestión que estamos haciendo.

P. Dicen que 2012 va a ser un año peor, que los números de la banca van a empeorar, por lo que se cuestionará su modelo...

JMC. Seguro. Pero nadie invierte aquí pensando solo en 2012. Hemos reducido los gastos en 100 millones y lo seguiremos haciendo. El objetivo es 1.000 millones menos en cinco años.

P. La AEB ha dicho: "No tiene sentido lo que se ha hecho con las cajas nacionalizadas porque están siguen sin rumbo".

JMC. Le respondo con una pregunta. ¿Creen que esta entidad está sin rumbo?

P. También dice la AEB que cuando se nacionaliza una entidad se debe fusionar con otra y acabar con sus activos, es decir, achatarrar lo que haga falta.

CGB. El Estado nos ha encargado que saquemos adelante un proceso difícil. Si se debía haber hecho de otra forma o no, no me interesa. Ahora trabajamos para que la entidad funcione y el Estado recupere sus fondos, que la gente tenga proyecto y ayudemos a nuestros clientes.

P. Pero no se han eliminado activos...

CGB. Si achatarras la entidad, no valdría nada la inversión del Estado. El mandato es dar valor a la entidad.

P. ¿Han perdido clientes con el escándalo de las indemnizaciones?

CGB. No, pero este tema nos ha hecho mucho daño. Ha sido muy difícil de explicar a nuestra gente, a la que está dando la cara en las oficinas, delante de los clientes...

P. ¿Por qué sigue José Luis Méndez, expresidente de Caixa Galicia, al frente de la fundación de la caja tras cobrar pensiones multimillonarias pese a dejar a la caja en una situación apurada?

JMC. Caixa Galicia tenía una fundación y sus órganos rectores así lo han decidido. No es nuestro accionista. Lo que hemos hecho es hablar con él para que renuncie a los derechos que tenía en el banco y ha renunciado.

P. ¿Por qué no hacen públicos ustedes sus sueldos para acallar la polémica?

JMC. Lo haremos en la memoria anual. No tenemos nada que ocultar.

P. ¿Renunciarán más ejecutivos a sus indemnizaciones?

JMC. Estamos negociando con tres personas. Anticorrupción ha abierto una investigación. Vamos a esperar a ver qué decide.

P. Con los depósitos cada vez más caros y los créditos cayendo, ¿cómo van a ganar dinero?

CGB. Es muy sencillo. La morosidad de familias, que será nuestro negocio principal a futuro, en el banco es del 1,7. Los márgenes en segmentos de población en los que tenemos una antigüedad media de 20 años son muy razonables. Lo que ha afectado mucho a la rentabilidad han sido proyectos que no encajan con nuestra naturaleza. Tenemos que hacer lo que se hacía bien. La ventaja de una fusión interregional es que se puede ajustar muchísimo la estructura de costes sin afectar a los ingresos. Al cerrar oficinas en Galicia no hemos perdido cuota de mercado.

P. Hasta septiembre han perdido 1.900 millones en depósitos.

CGB. Pero no estamos perdiendo clientes. Esa es la clave. En Galicia nos centraremos en particulares y pymes, el segmento más rentable. Ahí tenemos una cuota del 42%, fuera es del 2%. Trabajaremos con una estrategia diferente: productos sencillos, transparentes, a buen precio.

P. ¿Cómo hizo en ING Direct?

CGB. No exactamente, porque tenemos una base de oficinas mucho mayor, 400 en total. Es un modelo híbrido. Si crease un banco desde cero ahora lo haría así.

P. ¿La inyección de capital del Estado les da tiempo para poder llevar a cabo estos proyectos?

CGB. Sí. Cuando haces las cosas rápido y bien el tiempo se te da.

JMC. Tener capital público nos da solidez. Son unos 2.500 millones. Y llegarán accionistas privados que aporten...

P. Desde septiembre habla de accionistas pero no llegan...

JMC. Tenemos inversores con la intención de invertir.

CGB. El momento no puede ser más difícil, pero hay un interés real. Ellos, que son profesionales, entienden que cuando las cosas están mal son buenos momentos para comprar. No tiene sentido ponerse plazos. El plazo legal del FROB es de cinco años. ¿Antes de esos cinco años habrá inversores? Seguro.

P. ¿Van a pagar los intereses del FROB?

CGB. Sí, lo estamos haciendo.

P. Pero son unos 80-90 millones. Ustedes están ganando 36.

CGB. Pero descontamos los intereses antes de dar beneficios.

P. ¿Qué minusvalía tiene la cartera de participadas?

JMC. Hemos vendido Brisa, Galp, Pescanova... Algunas no podemos ni queremos venderlas, como Sacyr, que tiene minusvalías y es estratégica por su participación en Repsol.

P. ¿Y los bancos?

JMC. La participación del Pastor la venderemos.

P. Con minusvalías.

JMC. No, porque la saneamos.

P. Entonces ya pagaron las minusvalías...

JMC. Se hizo un saneamiento de 3.000 millones para toda la cartera.

P. ¿Venderán el Banco Gallego y el Etcheverría?

JMC. Están provisionados. No hemos percibido interés por adquirirlos.

José María Castellano (izquierda) y César González-Bueno, en la sede que tiene la entidad en Madrid.
José María Castellano (izquierda) y César González-Bueno, en la sede que tiene la entidad en Madrid.SAMUEL SÁNCHEZ

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