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Sin auditoría pero con interventor

La Casa del Rey tiene casi nueve millones de euros anuales para su funcionamiento. No tiene que ocuparse ni de los gastos de los viajes oficiales (que paga el Ministerio de Exteriores), ni de la seguridad del Palacio (Interior) o del parque móvil. El presupuesto se destina a los gastos de personal (alta dirección, dirección, funcionarios de carrera, eventuales y laborales), de protocolo (almuerzos, cenas, recepciones...), de funcionamiento (material de oficina y otros) y al sostenimiento de los miembros de la familia real. El Tribunal de Cuentas no audita los gastos de la Casa del Rey, aunque entre los trabajadores de esta institución figura desde 2007 un interventor que se ocupa del control de esos gastos.

La Monarquía española no es de las más costosas -8,43 millones-, frente a la británica, que recibe anualmente alrededor de 49 millones de euros del Tesoro, o la holandesa, que dispone de 40 millones. La noruega percibe 28 millones, la belga 13,7 millones y la danesa y sueca 12 millones. Ahora, las cuentas de la Casa del Rey serán más transparentes, como lo serán también desde enero las de la familia real sueca, ya que el Parlamento ha decidido someter a la Monarquía a una vigilancia extrema al tiempo que la popularidad de Carlos Gustavo ha caído un 30%.

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