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Análisis:ANÁLISIS
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Pasados distintos

Javier Sampedro

Los datos sobre las diferencias psicológicas entre hombres y mujeres son bastante consistentes, pero hay dos formas de leerlos. La primera tiene su epítome en la hipótesis del parecido entre sexos de la psicóloga Janet Hyde, de la Universidad de Wisconsin, quien sostiene que los dos sexos revelan más parecidos que diferencias. El artículo de Hyde se publicó en 2005 y ha cosechado un impacto notable (500 citas en Google Scholar, un termómetro de la influencia académica).

La lectura contraria viene magníficamente representada por el trabajo recién publicado por psicólogos de la Universidad de Turín y la Escuela de Negocios de Manchester. Esta escuela no solo enfatiza las diferencias entre sexos, sino que argumenta que son el resultado esperable de las distintas presiones darwinianas a las que hombres y mujeres han estado sometidos desde el origen de la especie, y más atrás.

Las chicas actuales están optimizadas para talentos muy distintos de los masculinos
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La sensibilidad es lo que más diferencia a mujeres y hombres

Los hombres, por ejemplo, puntúan en promedio mejor que las mujeres en pruebas de percepción espacial, como la rotación mental de objetos. Las mujeres lo hacen mejor en tareas lingüísticas y de fluidez de ideas. La psicología evolutiva lo atribuye a que los hombres han sido seleccionados durante cientos de miles de años para tareas relacionadas con la caza, la exploración y la defensa de la tribu. La promiscuidad masculina, asimismo, se explicaría porque los hombres actuales descendemos de los mejores, cómo decir, diseminadores de esperma de la era de las cavernas.

Las mujeres que lograron pasar sus genes a la siguiente generación, en cambio, no fueron las más activas sexualmente, sino las que sacaron a sus hijos adelante. De ahí que las chicas actuales estén optimizadas para unos talentos muy distintos de los masculinos: los necesarios para construir un modelo del mundo, codificarlo en un lenguaje y transmitírselo a su prole.

Los científicos de Turín y Manchester recuerdan que muchos rasgos de personalidad afectan a las probabilidades de apareamiento de un individuo, y también al comportamiento parental. Entre ellos están la promiscuidad, la tendencia a sostener relaciones estables, la extraversión, el interés por las nuevas experiencias, el carácter neurótico y lo que los psicólogos llaman "la tríada oscura": el narcisismo, la psicopatía y el maquiavelismo.

Oscuras o no, si hay diferencias entre sexos, negarse a verlas no es igualitarismo, sino mera ceguera. Ignorar las leyes físicas solo sirve para romperse las piernas.

Del Blog SIMETRÍAS.

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