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Los recortes del Consell

"No son recortes, son hurtos"

Los recortes del nuevo presupuesto no han hecho más que "reforzar" las protestas de los profesores, planeadas desde antes de Navidad. Eso es lo que reiteró ayer la Plataforma en Defensa de l'Ensenyament Públic, un colectivo integrado por la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnos (FAPA) y los principales sindicatos de educación, durante la convocatoria de la manifestación del próximo sábado.

El impago desde hace ocho meses, la falta de suministro eléctrico o los centros sin construir son algunas de las quejas, que se llevan repitiendo desde el año pasado y que los ajustes del 4 de enero no han hecho más que avivar. Con la consigna Més inversió, més qualitat, més valencià, més dignitat, la mayoría de representantes de la comunidad educativa denunció el "atropello" que está sufriendo la educación pública de la Generalitat y calificó las medidas del Consell como un "ataque brutal" a los servicios básicos.

María José Navarro, portavoz de la plataforma, acusó al Gobierno valenciano de incumplir los "mínimos imprescindibles" para que la enseñanza funcione "correctamente y con calidad". Navarro insistió en que la situación "extrema" de los centros está causada directamente por el "juego" que la Consejería de Educación está llevando a cabo con la educación pública, "la única que hace posible la igualdad de oportunidades".

Marc Candela, portavoz del sindicato STEPV, recalcó que los miembros del Consell son los "únicos responsables" de la "ruina" en la que está la Generalitat, mientras que el secretario general de UGT, Guillermo Martí, fue más allá y aseguró que "desde que el PP está en el Gobierno, el sistema público ha ido a peor". Martí alegó que los motivos de estas peticiones tienen su razón de ser en un sistema "quebrado" que parte de "políticas de improvisación". El secretario general de UGT describió como "de juzgado de guardia" unas medidas que "no deberían calificarse de recorte sino de hurto", y que "solo representan una cantidad mínima con respecto al déficit". "Ante la crisis, lo que hace falta es más educación y más inversión, para que cuando acabe la gente esté preparada para la siguiente", apostilló. Y recordó que "como la situación continúe así, lo de las mantas va a ser una anécdota". La reivindicación que todos apoyaron fue "el pago inminente" de todas las deudas, incluyendo los intereses que estas han generado. Un impago que solventan con donaciones individuales ya que, según afirmaron, "sin estas, un 90% de colegios tendría que cerrar". Una asistencia que no pretenden abandonar, pues eso "ayudaría a la educación concertada".

Hasta el sábado, "prácticamente todos" los centros están realizando concentraciones diarias como método de protesta, pero en el ambiente también resuena la palabra huelga. De momento, según los portavoces, "no se descarta": "Ahora estamos en un paso previo, el de manifestarse y explicar la situación", comentó Ferran García, de CC OO, "pero cada día que pasa la consejería se la está ganando más", sentenció.

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