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Reportaje:COPA DEL REY | Vuelta de los cuartos

Aires de final

Guardiola recuerda que el Barça aún no ha eliminado al Madrid y se niega a "defender el resultado" mientras Mourinho dice que sus dudas dependen del estado de Pepe o Lass

No hay clásico intrascendente. Ni siquiera en la vuelta de unos cuartos de final de la Copa, el menor de los trofeos en litigio, después de la Liga y la Liga de Campeones. El desafío Barça-Madrid es monumental y el de hoy huele a pólvora por la extrema concentración azulgrana y la conjura de los blancos, abatidos en Chamartín por 1-2. A Mourinho le encanta el ruido y su equipo se siente ante el mayor de los desafíos. Nada mejor para revertir en un solo partido el contencioso en su vestuario que eliminar al Barcelona en el Camp Nou. Algo que Guardiola cree posible: "La sensación es que ellos están eliminados y nosotros clasificados, pero aún tenemos que jugar. Imagino una eliminatoria en la que los dos equipos tendrán posibilidades hasta los últimos minutos del partido", dijo el técnico barcelonista tras el entrenamiento vespertino ayer del equipo.

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Así las cosas, el Madrid actúa como si fuera el Barcelona: viaja hoy mismo después de entrenarse en la ciudad deportiva mientras que el Barça ha puesto en marcha el protocolo de la Champions y está concentrado desde anoche. A diferencia del Madrid, pendiente del estado físico de Pepe, Granero y Lass, que han entrado hoy en la convocatoria, no hay dudas en el Barça: jugarán los mejores con Pinto de portero.

A lo único que no jugará el Barça, que, según su técnico, deberá amoldarse a un Madrid más o menos adelantado, más o menos agresivo, será a defender un marcador que le es favorable solo en principio: "Hay que jugar, no defender el resultado. Es la única manera de ganar al Madrid, que es mucho mejor que nosotros en el espacio aéreo y a la contra, en las distancias largas... Intuyo que nos van a crear muchos problemas y a generar ocasiones. Así que tendremos que marcar".

El discurso de Guardiola esquivó el debate extrafutbolístico. Se alejó de las críticas a Pepe por el pisotón a Messi y pidió calma. "Que la gente venga sabiendo que va a ver un juego, que venga sin prejuicios, a disfrutar. Viene el Madrid, no un entrenador o un jugador concreto. Si se produce otra situación, como la de Figo, es que no hemos aprendido la lección", zanjó.

El Madrid de Mourinho se plantó en el Bernabéu la semana pasada anteponiendo el músculo a cualquier otra cosa. Resultado: un tiro a puerta y derrota por 1-2. ¿Con el planteamiento defensivo de hoy piensa que puede hacer daño al Barcelona en el partido de vuelta?, le preguntaron esa noche al técnico. "Tengo un partido importante contra el Athletic. No quiero ni pensar ahora en el Camp Nou", contestó. Ayer, en Valdebebas, ya cerrado el trámite contra el Athletic (4-1), le preguntaron si hoy seguirá el mismo planteamiento que en la ida. "No respondo. Soy el entrenador y es mi decisión", contestó seco. Fue una mañana de monosílabos y de "no sé", "no voy a responder", "pregunte a la gente", "pregunte a los futbolistas".

Mourinho, que siempre dice que no se esconde, ya no quiere ni hablar de fútbol. Ayer rompió su monosilabismo solo para sacar a lucir todos sus récords en el Madrid. "Cuando llegué, el club tenía la tradición de ser eliminado en la Copa por equipos de divisiones inferiores. Nosotros la ganamos y ahora estamos en los cuartos contra el campeón de España y de Europa. Cuando llegué, el Madrid no era ni cabeza de serie en la Champions y ahora tenemos el récord de seis partidos y seis victorias [se refiere a la liguilla] y tenemos estatuto de cabezas de serie. Y somos líderes en la Liga".

En cuanto al partido contra el Barcelona, se limitó a decir que el equipo tiene posibilidades de clasificarse y que el once dependerá de cómo estén Pepe, Lass y Granero. Ninguno de los tres jugó los 90 minutos en el partido de ida. Pepe dejó su sitio a Granero en el 78 y Lass se marchó en el 64. "No tengo idea todavía del planteamiento porque tengo dudas con algunos jugadores que no están demasiado bien", dijo citando a Pepe, Lass y Granero (apenas suma 322 minutos esta temporada). El portugués dice estar a gusto, pero su cara, gestos y tono de voz en las ruedas de prensa dicen todo lo contrario. "¿Malo? Estoy en un momento muy bueno", contestó cuando le preguntaron si estaba pasando por su peor momento en el banquillo del Madrid.

Se despidió de los medios diciendo que no, que el partido de esta noche no marcará un antes y un después en su trayectoria. Le aguarda el Barça y su décimo clásico. Solo ha ganado uno.

José Mourinho, durante su conferencia de prensa de ayer.
José Mourinho, durante su conferencia de prensa de ayer.DOMINIQUE FAGET (AFP)

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