Ucanca, el viaje interior
Hemos quedado con Juan Carlos Fresnadillo (Santa Cruz de Tenerife, 1967), guionista y director de cine, en el TEA (Tenerife Espacio de las Artes), el edificio creado por Jacques Herzog, Pierre de Meuron y Virgilio Gutiérrez e incluido con otros 17 por la revista El Croquis en su antología Las mejores obras de principios de siglo. Fresnadillo tiene muy claro cuál es el lugar más especial de la isla en la que nació. "Es el valle de Ucanca, en el parque nacional del Teide, por razones personales. Está muy imbricado en mi biografía. Mi primer contacto con la nieve se produjo en el Teide. Tendría ocho o nueve años. Para un niño tener ese primer contacto, en un lugar tan alto y encima en tu tierra de origen, es una experiencia que se te queda dentro casi como una huella. Cada vez que subo al Teide me acuerdo de mi madre, que me llevó a ver inconscientemente los restos de un accidente aéreo, y me acuerdo de haber sufrido mi primer ataque de pánico en una de las subidas con unos amigos que ya no están vivos. Subir al Teide para mí es como encontrarme con gente que ha desaparecido en mi vida. Ese volcán es el origen de estas islas. Es un lugar que logra que cada persona que acomete el ascenso se sitúe inevitablemente frente a frente con su propio origen, en lo bueno y en lo malo. Ese lugar y ese paisaje son también un viaje de introspección en el que visitas lugares dolorosos de tu propio yo para reencontrarte con ellos e intentar curarte".
