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FACEBOOK | Laboratorio de ideas

¿100.000 millones?

A los inversores les tendrá que gustar mucho Facebook para justificar una posible valoración de 100.000 millones de dólares. Fundamentalmente, habría que observar el crecimiento y los márgenes en la trayectoria que ha seguido Google a fin de justificar un precio tan elevado.

Una valoración de 12 cifras es concebible. Comparen los 3.700 millones de dólares de ingresos de Facebook en 2011 con los 3.100 millones de dólares de Google en 2004. Apliquen el consiguiente crecimiento anual de Google y sus márgenes de explotación, bastante consistentes, del 30%. Dejen una parte para los impuestos y un poco de inversión y luego descuenten el flujo de caja restante del 12%, y el valor actual es de casi exactamente 100.000 millones de dólares, según Anant Sundaram, de la Escuela de Negocios Tuck de Dartmouth.

Eso supone confiar mucho en el fundador de Facebook, Mark Zuckerberg. Sundaram calcula que, suponiendo que la empresa, cuyos ingresos provienen en un 85% de la publicidad, disminuya su dependencia de la misma hasta el 75% en una década, las tendencias actuales parecen indicar que Google y Facebook deberían captar juntas una quinta parte del gasto en publicidad mundial hacia 2021. Eso significaría desplazar a muchos medios de comunicación.

Luego está el crecimiento. Los ingresos de Google se duplicaron con creces en 2004 antes de caer hasta un 92% el año siguiente. Los ingresos de Facebook de 2011 ya eran solo un 88% mayores que en 2010. Y las ventas se incrementaron solo un 55% en el último trimestre a lo largo del mismo periodo un año antes.

Facebook podría revitalizar el crecimiento, obtener más dólares por usuario y derrotar a Google en algunos aspectos del juego de la publicidad. Así y todo, puede que Google se imponga o empiece a entrar por la fuerza en ambas cosas.

En cambio, si limitamos de forma conservadora el crecimiento anual de los ingresos de Facebook a un 55% y aumentamos la tasa de descuento hasta un 15% más conservador, la valoración disminuye por debajo de los 50.000 millones de dólares que, casualmente, era lo que valía aproximadamente Google a finales de 2004.

Naturalmente, Facebook podría mantener sus impresionantes márgenes de explotación y descubrir nuevas fuentes de ingresos. El bombo publicitario unido a una oferta limitada también podría convertir la OPV en un éxito. Pero todo aquel que tenga una perspectiva inversora a más largo plazo deberá decidir si cualquier valoración muy por encima de los 50.000 millones de dólares deja suficiente margen para la incertidumbre y los reveses.

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