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FRAUDE FINACIERO

Al menos 17.000 personas se quedarán sin empleo tras la quiebra de la telefónica WorldCom

Los accionistas la gigante de las telecomunicaciones estadounidense lo perderán casi todo a raíz de la bancarrota

La mayoría de los 17.000 empleados despedidos por WorldCom desde que el mes pasado admitió públicamente haber ocultado pérdidas por 3.900 millones de dólares, quedará al final de la lista de acreedores. La ley estipula que cada uno de ellos recibirá hasta 4.300 dólares en concepto de indemnización.

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Los ex empleados a quienes se les prometieron compensaciones más abultadas, tendrán menos prioridad que otros acreedores, entre ellos los bancos y el Gobierno federal. Los acreedores de más peso son, obviamente, los bancos que ahora aportaron 2.000 millones de dólares a WorldCom a condición de que fuera a la quiebra. Estos son Citigroup, J.P. Morgan Chase y General Electric.

La bancarrota de la grande de las telecomunicaciones estadounidense no privará a sus clientes de los servicios de telecomunicaciones, pero los inversores probablemente pierdan todo el dinero que colocaron en bolsa cuando las acciones de la firma subían con fuerza. En su mejor momento, las acciones se valoraban a unos 62 dólares y la semana pasada al cierre de operaciones se cotizaban a 9 centavos.

Después de salir a la luz los millonarios fraudes contables que han llevado a la ruina a trabajadores e inversores, WorldCom se declaraba ayer en quiebra. La empresa se ha acogido al capítulo 11 de la Ley de Quiebras en un tribunal federal de Nueva York. Este apartado de la ley permitirá a la empresa de telecomunicaciones seguir funcionando normalmente mientras aborda su reestructuración, concretamente la venta de activos, al abrigo de sus acreedores. La compañía que controla la mitad del tráfico de Internet en EE UU y es la segunda empresa de telefonía de larga distancia del país se ha visto afectada por graves escándalos contables.

Activos valorados al alza

En los documentos presentados ante el tribunal federal, la empresa afirmó que sus activos valen 107.000 millones de dólares, lo que hace que sea la mayor bancarrota en la historia de Estados Unidos. Pero los analistas calculan que en la realidad los activos de WorldCom están valorados ahora en unos 15.000 millones de dólares. Con esos activos y los ingresos por servicios a sus clientes, la empresa tendrá que pagar a muchos acreedores, al frente de los cuales se encuentra Deutsche Bank, con 241 millones de dólares, y ABN Amro Bank, con 203 millones.

Los mayores tenedores de deuda del gigante de las comunicaciones son Calpers, con un valor de 387 millones de dólares a la fecha de vencimiento; Prudential Global, con 365 millones; Metropolitan Life Insurance, con 300 millones, y The Vanguard Group, con 281 millones de dólares.

Los 20 millones de clientes de los servicios de WorldCom, entre ellos el Gobierno federal y gobiernos estatales y locales, seguirán recibiendo los servicios de telecomunicaciones, pero algunos expertos señalan que el despido de miles de empleados afectará a la calidad y seguridad de los servicios.

Entre los que sólo obtendrán pérdidas de la quiebra se encuentran los fondos de pensiones estatales que habían invertido grandes cantidades en la última década en acciones de esta compañía, cuando WorldCom era una de las estrellas de la bonanza financiera. Los estados más afectados son California, Washington, Texas, Nueva York y Massachusetts.

Es probable que WorldCom se desprenda de actividades secundarias como sus activos en Brasil y México. Estas operaciones, de todos modos, significan poco (y ahora valen mucho menos) dentro de los ingresos de la compañía que el año pasado llegaron a 35.000 millones de dólares.

La sede del gigante norteamericano que se ha declarado en quiebra.
La sede del gigante norteamericano que se ha declarado en quiebra.REUTERS

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