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El euro sufre su mayor caída semanal en dos meses tras las muestras de preocupación del BCE

La moneda única va camino de cerrar la primera semana de declive en su cambio alcista de los últimos dos meses

Cristián Werb

La moneda única va camino de cerrar la primera semana de declive en su cambio frente al dólar de los últimos dos meses. Las declaraciones del Banco Central Europeo (BCE) sobre el impacto del rally del euro, que lo ha llevado a revalorizarse un 20%, en las economías de la eurozona se ha traducido por un frenazo en su cotización. Desde su último máximo histórico de 1,2880 dólares registrado el lunes, la moneda única se había depreciado hasta un 3,25% hasta esta mañana.

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Definitivas han sido las declaraciones esta mañana del economista jefe del BCE, Otmar Issing, quien ha asegurado que la institución está preocupada por la reciente subida del euro y que no es indiferente a este movimiento que ha llevado a la divisa a rondar los 1,29 dólares. La entidad ha soportado en los últimos meses las presiones de países miembros solicitando un movimiento en la política monetaria, capaz de paliar los peligros que entrañan una excesiva y rápida aceleración de la moneda de los Doce para la recuperación de sus economías.

El declive del euro comenzó el lunes, después de que el presidente de la entidad emisora, Jean-Claude Trichet, expresara en Basilea (Suiza) su preocupación por las ganancias de esta moneda y por los cambios bruscos en los mercados de divisas. Por su parte, el presidente del Bundesbank alemán, Ernst Welteke, y el vicepresidente del BCE, Lucas Papademos, se mostraban ayer satisfechos de la reacción de los mercados a las palabras de preocupación de Trichet. Asimismo, el ministro alemán Wolfgang Clement y su homólogo francés Francis Mer, han venido reiterando la necesidad de una mayor estabilidad en los mercados de cambio.

EE UU, complacido con el dólar

Entretanto, Estados Unidos ha dado la impresión de estar complacido con la actual debilidad del dólar, que abarata sus exportaciones, sin que se haya registrado una mayor inflación, como suele ser el caso cuando la divisa nacional se deprecia. El presidente de la Reserva Federal estadounidense, Alan Greenspan, admitió el martes en Berlín que el dólar ha retrocedido cerca de un 25% frente a las principales divisas desde comienzos de 2002. Pero después señaló que, por el momento, no hay muestras de tensiones para financiar el elevado déficit por cuenta corriente en su país, precisamente una de las mayores causas que se atribuyen al descenso del dólar frente al euro.

El dólar caía en Asia a mínimos de tres años contra el yen, al trasladarse las compras en de la moneda japonesa por euros a la paridad dólar-yen. El dólar cayó repentinamente en torno a 105,70 yenes, su nivel más bajo desde septiembre de 2000, un descenso de más de medio punto en la jornada. Los operadores creen que el Banco de Japón habría intervenido alrededor de ese nivel.

Entre los hechos reales y contrastados que benefician sin lugar a dudas a la divisa estadounidense destaca el apoyo que le supuso ayer el índice de coyuntura de la Reserva Federal de Filadelfia, que fue mejor de lo previsto y mostró un panorama esperanzador para la economía estadounidense. Concretamente, la actividad manufacturera en el este del país subió a 38,8 puntos en enero, el registro más alto en dos décadas, frente a los 30,3 de diciembre. Asimismo, el el Departamento de Trabajo divulgó que, la semana pasada, recibió 343.000 peticiones nuevas de subsidios por desempleo, desde las 354.000 de la precedente.

La víspera, se conoció que el déficit de la balanza comercial de EE UU disminuyó en noviembre, situándose en 38.000 millones de dólares, frente a los 41.850 de octubre. No obstante, los últimos datos sobre la inflación en EE UU confirmaron la escasa presión alcista que registran los precios y que sugiere a los analistas que los tipos seguirán bajos durante un tiempo considerable, lo que sin embargo puede restar atractivo al dólar.

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