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La deuda de las familias supera por primera vez el 70% del PIB

Alcanzó 555.514 millones de euros en el segundo trimestre, nuevo máximo histórico

El endeudamiento financiero de las familias españolas marcó un nuevo máximo histórico en el segundo trimestre de 2004, fundamentalmente por el encarecimiento de los pisos y el aumento de la renta disponible de los hogares. Según datos del Banco de España, a 30 de junio de este año alcanzó 555.514 millones de euros, lo que supone un incremento del 17,9% en relación al mismo periodo del ejercicio anterior y superar por primera vez el 70% del producto interior bruto (PIB).

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La deuda familiar creció fundamentalmente por el incremento de los préstamos a largo plazo (un 20,3% más que en el segundo trimestre de 2003), que se situaron en 460.253 millones de euros. Asimismo, los préstamos a corto plazo aumentaron un 13,1%, hasta los 29.867 millones, mientras que los créditos comerciales y anticipos sumaron 41.822 millones (un 7,5% más) y el resto de cuentas pendientes de pago llegó a 23.572 millones (un 1,2% más).

La entidad aclara que este aumento de la deuda también se ve compensado por un aumento en la riqueza financiera neta de las familias, en concreto del 6,9% hasta los 750.078 millones, sobre todo por la recuperación de los activos en acciones y participaciones en fondos de inversión. Igualmente, tanto el dinero en efectivo y depósitos en manos de los hogares como las reservas técnicas de seguro (seguros de vida y para siniestros, y fondos de pensiones) aumentaron un 8% y un 8,9%, alcanzando los 529.541 millones y 197.387 millones, respectivamente.

En la última década el endeudamiento de las familias españolas en relación a su renta bruta disponible se ha duplicado, pasando del 45% a principios de los noventa hasta alcanzar el 90% en 2003. Con este incremento, los hogares españoles, que partían de unos niveles de endeudamiento muy inferiores a la media de los países de la zona euro, los ha sobrepasado "en muy breve espacio de tiempo", aunque "mantienen todavía registros considerablemente menores a los de Estados Unidos o el Reino Unido". Los expertos justifican este elevado ritmo por la rápida expansión de los créditos hipotecarios, que mantienen desde hace meses un crecimiento superior al 24% y que, de momento, no muestran signos de desaceleración.

Escalada de los pisos

Los cambios del comportamiento financiero de las familias durante la última década se insertan en un contexto macroeconómico muy favorable a las decisiones de gasto de los hogares, explica el informe del Banco de España, "como consecuencia de los efectos inducidos por el proceso de incorporación a la Unión Monetaria que aunaron mejoras en la renta esperada, abaratamiento de los costes de financiación e incremento de la riqueza".

El "motor" principal del creciente endeudamiento ha sido, según el organismo emisor, la fuerte expansión de la financiación para la adquisición de viviendas, normalmente con hipotecas contratadas a tipos de interés variable (este tipo de créditos suponen el 60% del total). No obstante, al mismo tiempo se ha producido un importante aumento de la riqueza de las familias, tanto en activos reales, mediante la adquisición y revalorización de viviendas, como en activos financieros, con una pérdida de importancia relativa del efectivo y los depósitos bancarios y un incremento de los instrumentos negociables (acciones, participaciones en fondos de inversión y, en menor medida, reservas técnicas de seguros).

De esta manera, los activos de renta variable han duplicado su peso relativo en la cartera de las familias, hasta el punto de equiparar aproximadamente la participación del efectivo y los instrumentos de renta fija. Por todo ello, dice el Banco de España, las rentas de capital de las familias se han hecho menos sensibles a las variaciones de los tipos de interés, cuya influencia sobre las rentas familiares se ha debilitado considerablemente, aunque en contrapartida se incrementa de forma sustancial la exposición directa a las variaciones en los precios de los activos reales y financieros.

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