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La vivienda de lujo resiste el ajuste

El mercado de la vivienda de alto 'standing' posee unas características peculiares que le protegen ante crisis

La exclusividad del mercado de viviendas de lujo le hace prácticamente ajeno a la crisis que sufre el sector inmobiliario en España. La demanda y los precios resisten y se mantienen en un momento de recesión para el resto de inmuebles comerciales, mientras que la oferta empieza a escasear. En todo caso, y ante el panorama de incertidumbre generalizada, los expertos creen que es un buen momento para regatear y conseguir rebajas.

El mercado de la vivienda de alto standing posee unas características peculiares que le protegen ante crisis como la que atraviesa en estos momentos el sector inmobiliario en España. El estatus del potencial comprador y la tipología de unos inmuebles que suelen ubicarse en zonas exquisitas le convierten en un producto "cotizado que nunca pierde valor", según la experiencia del Grupo Inmobiliario Viventta.

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"Es un nicho de mercado que no entiende de crisis y se comporta de igual manera que antes", asegura Daniel Muñoz, director general de la inmobiliaria. "Las casas de lujo tienen una demanda muy determinada que no se ve afectada por la situación del resto del sector. Las personas que tienen pensado gastarse 3 o 4 millones de euros pueden hacerlo en cualquier momento; hace unos meses y ahora", explica.

Amplia demanda y oferta limitada

De este modo, la demanda se mantiene estable y la única diferencia radica en la oferta que, aunque siempre es escasa, "en tiempos de crisis se retrae y apenas existe", afirma Muñoz. "Prácticamente hay que ir en busca de los propietarios para preguntarles si quieren vender porque, a diferencia del mercado tradicional donde existe una demanda latente a la espera de una caída de los precios, la demanda de alto nivel está siempre ahí frente a una oferta limitada", añade.

Por su parte, el coordinador de dirección de Promora Inmobiliaria, Gonzalo López-Van Dam, comenta que la crisis "sí que se nota pero con muchos matices". Aunque los ritmos de venta son "razonables", se ha alargado ligeramente el tiempo de las transacciones. "Somos un segmento privilegiado dentro del sector, pero es verdad que la gente se ha asustado y hay más miedo".

Daniel Orozco, director comercial de la promotora MerGara, concreta que, en el caso de su empresa, ha aumentado ligeramente el número de visitas aunque "las decisiones de compra se han ralentizado", pasando de dos a cuatro semanas aproximadamente.

Precios estables

En cuanto a los precios, los inmuebles de alta calidad, cuyo coste oscila entre los 2 y los 4 millones de euros, los mantienen sin problemas "porque no suele haber una necesidad imperiosa de vender" y el interés de los clientes está casi asegurado, señala Daniel Muñoz.

No obstante, la situación es diferente según la zona, precisa López-Van Dam. En Madrid, "La Moraleja y el barrio Salamanca son zonas muy potentes pero muy limitadas donde apenas ya se puede construir. Cualquier casa a un precio razonable se vende rápidamente". Por el contrario, en Aravaca todavía hay suelo urbanizable y los clientes tienen más donde elegir. "Hay propietarios pacientes que no modifican el precio de sus casas, mientras que otros lo bajan por necesidad".

Según la consultora CB Richard Ellis, en Madrid, el precio del metro cuadrado se sitúa en torno a los 12.000 euros, "aunque varía en función de si es obra nueva y las promotoras aportan servicios añadidos", indica Belén Grimau, directora de residencial de obra nueva.

Pese a todo, las agencias inmobiliarias consideran que ahora es un momento óptimo para aprovechar oportunidades y negociar rebajas en los precios, ya que existe un panorama general de incertidumbre.

Clientes selectos

El miedo a una recesión ha llevado incluso a algunos clientes a anular contratos privados ya firmados. "Hemos tenido algún caso en el que, habiendo dado la señal, el cliente ha preferido perderla antes que seguir adelante con la compra de la vivienda por la situación de incertidumbre", apunta el director de Promora.

El perfil del comprador de vivienda de lujo es el de una persona con alto poder adquisitivo, empresario o con una profesión liberal de prestigio. Según Orozco, estos clientes son "tremendamente exigentes porque entienden bastante de construcción, promoción y vivienda".

Entre los que alquilan, destacan los embajadores, ejecutivos, deportistas y artistas. Y es que el alquiler también tiene mucha fuerza en este segmento, incluso más que las ventas. Según los datos que maneja MerGara, las rentas oscilan entre los 12.000 y los 18.000 euros al mes.

La vivienda exclusiva tiene un futuro prometedor. "Se va a seguir desarrollando sin problemas este tipo de producto porque hay mercado más que suficiente. Siempre habrá un cliente para este tipo de vivienda", argumenta Daniel Orozco.

La vivienda de alto standing se caracteriza por la calidad en los materiales de construcción, un refinado interiorismo y la incorporación de las nuevas tecnologías y la domótica avanzada. Están situadas en zonas muy sofisticadas y bien comunicadas. Aunque predominan los chalets independientes con espacios verdes, también existen los apartamentos lujosos, las casas señoriales o los inmuebles de diseño.

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