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Argentina y Rusia impulsan su colaboración energética

Pilar Bonet

Rusia y Argentina impulsarán su colaboración energética con la ayuda de varios documentos firmados durante la visita de Cristina Fernández de Kirchner a Moscú. La presidenta argentina y su colega ruso, Dmitri Medvédev, suscribieron ayer en el Kremlin una declaración de "asociación estratégica" que refuerza la política rusa de penetración en Latinoamérica. El acuerdo constata la similitud de posiciones entre Moscú y Buenos Aires, aboga por un mundo multipolar y por una "seria reforma del sistema financiero y de divisas mundial".

En presencia de Kirchner y de Medvédev, los directivos de la Corporación Estatal de Energía Atómica (Rosatom) y del ministerio de Energía de Rusia firmaron sendos documentos de cooperación con el ministerio de Planificación e Inversiones Estatales de Argentina. Antes, por su parte, las compañía de petróleo Enarsa (Energía Argentina S.A.) y Pobater (propietaria de depósitos y refinerías en Buenos Aires) suscribieron un memorando de entendimiento con la petrolera privada rusa Lukoil.

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El memorando, para tres años prorrogables, prevé la posibilidad de que Lukoil suministre productos petroleros (combustible o diesel) a Enarsa utilizando para ello la infraestructura de Pobater. Vladímir Nekrásov, vicepresidente de Lukoil, expresó su esperanza de que el documento permita "el desarrollo de una relación mutuamente ventajosa entre la Federación Rusa y los Estados latinoamericanos", y recordó que Lukoil "realiza un activo trabajo" en Colombia y Venezuela. La petrolera rusa ha mostrado interés en trabajar en la plataforma marina de Argentina, afirmaba el diario Kommersant citando al viceministro argentino de comercio exterior. Enarsa firmó ayer otro memorando con la estatal Rosneft y suscribirá otro en el futuro próximo con Gazprom, el monopolio de la exportación de gas, según medios diplomáticos argentinos. Los acuerdos intergubernamentales ayudan a crear el marco adecuado para que "las empresas rusas puedan licitar en Argentina en las mismas condiciones que otras empresas extranjeras", manifestó el embajador en Moscú, Leopoldo A. Bravo.

Medvédev, se interesó por el gaseoducto que unirá Bolivia y Argentina. "Tenemos la oportunidad de cooperar en el campo del gas, incluida la construcción de un gaseoducto que una Argentina y Bolivia", dijo el líder ruso. Y añádió: "esperamos llegar a un acuerdo en los principales temas del proyecto". Bolivia, poseedora de las segundas reservas de gas de Latinoamérica después de Venezuela, firmó en marzo un contrato con Argentina para la construcción de un gaseoducto valorado en 1.500 millones de dólares. Gazprom, que llegó a un acuerdo con Bolivia a principios de año, mantiene convesaciones con Brasil, Argentina y Venezuela.

Suprimir los visados

Argentina y Rusia esperan concertar próximamente un acuerdo para suprimir los visados, según dijo Medvédev, quien también expresó también interés por el proyecto de transporte Transandino para unir el Atlántico y el Pacífico. Rusia y Argentina cooperarán también en aspectos geológicos, mineros y bancarios, además de incrementar su cooperación agrícola, según varios de los ocho documentos firmados ayer.

En la primera visita oficial de un jefe de Estado argentino en diez años, Kirchner estaba acompañada de un centenar de empresarios, varios ministros y dos gobernadores provinciales . El comercio bilateral, formado sobre todo por productos agrícolas y ganaderos, supone 1.500 millones de dólares, cifra que llegará previsiblemente a 2000 millones de dólares a fines de año y que puede multiplicarse por cinco y por diez, en opinión de Medvédev.

Argentina y Rusia coordinarán posiciones para la próxima reunión de los 20 en abril en Londres, según manifestó Medvédev. Los dos mandatarios coincidieron a mediados de noviembre en la "cumbre de los 20" en Washington y establecieron una buena relación personal a juzgar por lo distendido y animado de su trato ayer. Kirchner manifestó que su visita a Moscú "no podía haber sido más fructífera" y, aludiendo a los EEUU, señaló que "tal vez tengamos que afrontar los desaguisados" de malas políticas que se realizaron sin contar con la mayoría de los Estados. "Es malo que no se respeten las reglas de la ONU por los grandes Estados. Pero tan malo es también un mundo donde las reglas son solo para los débiles y no para los grandes", dijo Kirchner.

Medvédev regaló a la presidenta un gorro de zorro plateado, siguiendo así el consejo que le dio el presidente venezolano Hugo Chávez el pasado noviembre durante su visita a Venezuela. Medvédev, que en noviembre realizó una gira por Perú, Venezuela, Brasil y Cuba, dijo que Rusia quería desarrollar la relación con Argentina en todos los aspectos, económico, militar, agrícola y político" y dio especial imporancia a la "creación empresas mixtas" y el desarrollo de las relaciones entre los círculos empresariales de ambos países". "Tal vez este es el principal resultado de nuestra conversaciones de hoy", afirmó. Kirchner invitó ayer a Medvédev y al jefe del gobierno, Vladímir Putin, a visitar Argentina.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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