La UE reabre la pesca de anchoa en el Cantábrico
Bruselas permitirá capturar 7.000 toneladas anuales.- El caladero ha estado cerrado cuatro años y medio
La Unión Europea decidió ayer abrir el próximo año la pesquería de anchoa en el golfo de Vizcaya con una cuota provisional de 7.000 toneladas anuales -5.400 para España y 1.600 para Francia-. El caladero ha estado cerrado durante cuatro años y medio. El fin de la veda fue recibido con gran satisfacción por el sector pesquero que, según la ministra Elena Espinosa, "tendrá un año 2010 de normalidad".
La cantidad de 7.000 es precautoria, se comenzará a aplicar a partir de marzo y se adaptará en junio, al alza o a la baja, en función de los informes científicos resultantes de la campaña de primavera, según lo pactado por los responsables de pesca comunitarios, encabezados por el comisario Joe Borg. "Hay indicaciones de que los stocks se están recuperando, pero los controlaremos estrechamente", dijo Borg.
Asimismo se decidió abrir por primera vez la pesquería del bacalao en las aguas del Atlántico norte que llevaban diez años de protección. A España le supondrá capturar 800 toneladas de un producto "de alto valor de mercado y volver a dar vida a una flota histórica que queremos mantener", en palabras de Espinosa.
Además, en aguas comunitarias no españolas se han incrementado un 15% las autorizaciones de captura de rape, del 7% las de merluza y del 5% las del gallo y el lenguado. En aguas ibéricas se podrá pescar un 15% más de la merluza del sur.
También ayer, aunque en Ginebra, la UE puso fin a la mayor disputa comercial de la historia, con 15 años continuos de conflicto en un contencioso con 35 de litigio, al acordar en el seno de la Organización Mundial de Comercio una reducción paulatina de los aranceles de bananas importadas de países latinoamericanos, que pasarán progresivamente de 176 euros por toneladas a 114 en 2017. Pero el recorte empezará de inmediato, con una rebaja de 28 euros, hasta los 148 por tonelada. La ministra Espinosa habló de "gran acuerdo" que acaba con un contencioso legendario entre Estados Unidos y la UE al tiempo que ofrece "garantías jurídicas y de estabilidad permanente para el plátano comunitario", en referencia al de Canarias.
